Historia de España
La crisis económica iniciada en 2007

Los diputados cobran en España más de 6.400 euros limpios al mes en 2010

Libertad Digital 2010-12-23 M. Llamas https://www.libremercado.com/2017-09-20/los-diputados-se-suben-el-sueldo-y-el-congreso-aumento-su-presupuesto-para-2018-1276606135/

Sus estimadas señorías perciben un sueldo base de 3.126 euros brutos al mes. Un sueldo medio-alto al que, además, hay que sumar las numerosas dietas y complementos. En realidad, los diputados cobran de media más de 6.000 euros limpios al mes y, por si fuera poco, tributan como si fueran mileuristas.

La reforma del sistema público de pensiones y el blindaje de la jubilación de oro de los diputados han levantado una intensa polémica acerca de las numerosas prebendas de las que gozan sus señorías (y el resto de políticos). Una de estas ventajas radica en su sueldo.

Los políticos suelen insistir en que están mal remunerados en comparación con sus colegas europeos o los cargos de responsabilidad análoga que desempeñan los directivos de las empresas privadas. Sin embargo, un análisis más detallado arroja alguna que otra sorpresa.

Los políticos emplean en su defensa su sueldo base. Éste apenas alcanza los 3.126 euros brutos al mes. Un salario de nivel medio-alto pero que, en realidad, oculta suculentas primas adscritas al cargo. A continuación, la estimación del sueldo medio de un diputado en España:

1. Sueldo base

Los 350 diputados que conforman el Congreso cobran 3.126,52 euros al mes, distribuidos en 14 pagas. Es decir, 43.771,28 euros brutos/año que, una vez aplicada la correspondiente retención del 37% en el IRPF, arroja un resultado de 27.576,28 euros limpios al año o, lo que es lo mismo, apenas 2.300 euros netos al mes. Pero, a partir de aquí, comienza la suma.

Según el reglamento de la Cámara, además de las percepciones correspondientes a la asignación constitucional (sueldo base), los diputados tienen derecho a las "ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos que sean indispensables para el cumplimiento de su función". ¿Y esto en qué se traduce? En un plus para afrontar los gastos de alojamiento y manutención en la capital que origine la actividad de la Cámara.

Así, en base a este concepto, los diputados de Madrid (35) perciben una paga extra de 839,70 euros al mes (11.755 euros al año) y los demás (los 315 restantes de fuera de Madrid) de 1.760,75 euros (24.650 euros al año). Este suplemento se distribuye, igualmente, en 14 pagas, con la ventaja adicional de que no tributan a Hacienda (libres de impuestos).

A ello se suma una Tarjeta Taxi para desplazamientos en Madrid con un límite de 250 euros mensuales (también sin impuestos). Además, según el reglamento, "a partir del 1 de enero de 2006, la cuantía de las dietas devengadas por los desplazamientos que los Diputados realizan en misión oficial se cifran en 150 euros por día en el supuesto de desplazamientos al extranjero y 120 euros diarios en el de viajes dentro del territorio nacional". Y eso siempre y cuando los diputados no cuenten con un coche oficial, algo habitual en muchos casos. Por si fuera poco, el Congreso cubre los típicos gastos de transporte (billetes). Todo ello, libre de impuestos.

La estimación media sería, pues, la siguiente:

Sueldo base: 3.126,52 euros/mes (14 pagas); 43.771,28 brutos/año, con una retención del 37% en el IRPF (-16.195 euros); Resultado: 27.576,28 euros limpios al año.

Alojamiento y manutención (14 pagas libres de impuestos): 23.360,5 euros de media al año.

Tarjeta de Taxi (sin impuestos): 3.000 euros al año

Dietas de desplazamiento (sin impuestos): 7.000 euros al año, tan sólo teniendo en cuenta un acto oficial por semana, más los gastos de transporte aparte (sin cuantificar).

TOTAL: 77.137,78 euros brutos año que, en realidad, gracias a la ventajosa tributación, se transforman en 60.936,68 euros netos. De este modo, sus señorías perciben un sueldo base medio de 5.078 euros limpios al mes.

2. Complemento por cargos parlamentarios

A ello se suman la retribuciones "complementarias" que perciben por el desempeño de cargos en algunas de las numerosas comisiones parlamentarias que desarrollan la actividad del Congreso (elaboración de leyes).

La actual legislatura cuenta con 33 comisiones, cada una de las cuales está formada por 38 diputados. Aunque este sueldo extra es percibido sólo por los cargos existentes en cada comisión: presidentes, vicepresidentes, secretarios y portavoces (también los adjuntos), haciendo un total de 436 cargos remunerados, con lo que de media toca a 1,2 "complementos" por diputado. La siguiente tabla resume las retribuciones por cargo:

TOTAL: 466.189 euros al mes, a repartir entre 350 diputados (los cargos están muy repartidos y, de hecho, numerosos diputados ocupan alguno de estos cargos remunerados en varias comisiones). De este modo, el reparto otorga a cada diputado un sueldo medio extra de 1.332 euros limpios al mes (15.984 euros netos al año), ya que tampoco esta cuantía tributa a Hacienda.

3. Sueldo real

Así pues, la suma del sueldo base (5.078 euros netos) y el complemento por cargos (1.332 euros) arroja un salario medio de 6.410 euros limpios al mes. Sin duda, un nivel elevado, equiparable al de un alto ejecutivo o directivo en una empresa privada.

Lo curioso, sin embargo, es que los diputados gozan de una tributación diferente a la del resto de los trabajadores. Y es que, en base a lo expuesto, el sueldo bruto de un diputado ronda los 93.121,78 euros al año que, aplicando el correspondiente tipo máximo del IRPF (retención del 43%), se deberían transformar en 53.078 euros netos al año, es decir, unos 4.423 euros limpios al mes.

Sin embargo, esto no es lo que sucede con sus señorías, ya que tan sólo tributan por su sueldo base inicial de 3.126,52 euros/mes (43.771,28 brutos/año), al que se le aplica un tipo del 37%. El resto de su sueldo, más de la mitad, queda libre de impuestos. De este modo, su sueldo bruto anual (93.121,78 euros) equivale, en realidad, a 76.920 euros netos. Es decir, Hacienda apenas les retiene unos 16.200 euros, que equivale a un tipo real del 17% en el IRPF, similar a la tributación que soporta un mileurista.

4. Miembros de Mesa y portavoces

Por último, entre los mismos diputados existen también niveles. Así, por ejemplo, los portavoces de los grupos parlamentarios disponen de 1.978,62 euros para gastos de representación y 1.052,63 euros para gastos de libre disposición.

Tampoco es lo mismo presidir una comisión parlamentaria que el propio Congreso, como es el caso de José Bono. Los miembros de la Mesa del Congreso disfrutan de complementos mayores:

5. Prebendas

Entre otras ventajas, disfrutan igualmente de ordenador portátil y blackberry. A ello se suma el personal fijo de apoyo en el Congreso, a modo de ayudantes o secretarios de los diputados (441 funcionarios, a una ratio de 1,26 por diputado).

Además, gozan de indemnizaciones por cese de actividad. El ex presidente del Congreso y los ex ministros y ex secretarios de Estado cobrarán el 80% de su salario en el momento del cese durante dos años, compatible con otras remuneraciones públicas o privadas. Y ello, sin contar la pensión de oro de sus señorías.

Pero, la cuestión clave no es tanto si cobran mucho o poco, sino si realmente se merecen el sueldo. La mayoría de sus señorías carecen de experiencia en el sector privado y, a la luz de lo que opinan algunos expertos, la formación media de los políticos les impediría disfrutar de semejantes sueldos en la empresa privada.

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Índice de Comisiones en funcionamiento IX Legislatura (desde 2008)  

http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/Organos/Comision

Comisiones Permanentes Legislativas

Comisiones Permanentes no Legislativas

Comisiones no Permanentes

Comisiones Mixtas Permanentes

Comisiones Mixtas no Permanentes

Índice de Comisiones disueltas Comisiones Permanentes Legislativas

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Así viven y sortean la crisis los 77.057 políticos españoles

Libertad Digital 2010-05-27 D. SORIANO http://www.libertaddigital.com/economia/asi-viven-y-sortean-la-crisis-los-politicos-espanoles-1276393752/

A pesar de las declaraciones sobre “ajustes”, recortes o tijeretazo, lo cierto es que muchos de los gastos superfluos de la administración pública saldrán indemnes de esta crisis. Todos los partidos se aprovechan de los mismos y son difíciles de controlar por los medios.

Casi no ha habido un político español que no haya salido en los medios en las últimas semanas a proclamar que el ajuste también llegará a su sueldo. En un momento en el que el déficit público está descontrolado y son necesarios recortes de gasto sin precedentes, era inevitable que nuestros representantes hicieran un gesto que demostrase su sensibilidad.

Sin embargo, LD ya ha revelado que sus sueldos se verán
afectados mucho menos de lo anunciado, al igual que sus pensiones. Y ésta no será el único beneficio que nuestros políticos utilizarán para pasar mejor la crisis: afortunadamente para ellos, aunque no para nuestros bolsillos, tienen numerosas herramientas en la mano para que los momentos difíciles lo sean algo menos para ellos y los que les rodean.

1) Más de 700 millones
de euros para más de 77.000 políticos: según el libro La casta, de Daniel Montero, en España hay 77.057 políticos. Aunque la mayoría de estos cargos son concejales y alcaldes de pequeños pueblos, que no cobran sueldo o tienen remuneraciones muy bajas, sólo en sueldos de políticos electos los españoles pagan unos 720 millones al año.

Eso sí, estas cantidades sólo reflejan el gasto en nóminas, no en otro tipo de ingresos o remuneraciones no dinerarias. Estas dietas son bastante importantes: por ejemplo, todos los que no son diputados por Madrid cobran 1.823 euros al mes extra para afrontar los "gastos de alojamiento y manutención en la capital que origine la actividad de la Cámara"; en el caso de los diputados por Madrid, esta cantidad es de 870 euros extra al mes.

2) Gastos discrecionales
: uno de los grandes coladeros en las remuneraciones de los políticos son las partidas de gastos sobre los que prácticamente no existe ningún control. Los siguientes son sólo algunos ejemplos:

- Viajes de “trabajo”:
es habitual que los políticos españoles aprovechen cualquier excusa para organizarse unas vacaciones con cargo al contribuyente. Inocencio Arias
denunciaba hace unos días cómo María Teresa Fernández de la Vega viajaba a todo trapo a Nueva York, con un séquito de no menos de 40 personas, con la excusa de dar una conferencia o asistir a un concierto de música española.

Y no es la única, en la web del Congreso se puede comprobar cómo menudean los viajes de los integrantes de las diferentes comisiones. Por ejemplo, en este mes de mayo, la Delegación de Asuntos Exteriores acudió a
Senegal para reunirse con sus homólogos del país africano. También es habitual leer en los medios cómo presidentes y parlamentarios autonómicos viajan a diversos países, supuestamente a “promocionar” los intereses de las empresas de su comunidad.

Lo normal en estos viajes es que los billetes sean de clase Business y los hoteles de primera calidad, tanto para los cargos públicos como para su equipo (jefes de gabinete, secretarias, ayudantes) y el resto de la delegación. Además, por cada día fuera de su lugar habitual de trabajo se reciben dietas de 150 euros si están en el extranjero y de 120 euros si se quedan en España.

- Coches, aviones, taxis y multas:
pocos de los desplazamientos que realizan los políticos españoles se hacen con cargo a su bolsillo. Según Montero, los diputados “disponen (en total) de 5 millones de euros al año para viajes” como complemento a su sueldo. Además, es habitual que ministros, secretarios de Estado, consejeros autonómicos y un sin fin de cargos públicos tengan grandes coches oficiales que les ahorran el gasto de gasolina o aparcamiento.

En Madrid, por ejemplo, Alberto Ruiz Gallardón se compró hace dos años un coche de
591.000 euros y fue famoso el caso de Touriño, que tuvo que explicar en la última campaña electoral por qué tenía hasta cuatro coches oficiales de hasta 480.000 euros por unidad. Según recoge La casta, sólo en 2008 los chóferes de la administración riojana realizaron “870.182 kilómetros”, una cantidad difícil de justificar en la pequeña región. Para muchos analistas, estas cifras (y los políticos riojanos no son una excepción) sólo se explicarían por el uso del vehículo oficial para cuestiones personales.

Además, Montero denuncia que el Congreso regala a los diputados sin coche una tarjeta con “250 euros mensuales” para taxis. Y las multas tampoco les afectan: los habitantes de Madrid están acostumbrados a ver coches oficiales en doble fila, interrumpiendo el tráfico, en las cercanías de Génova, Ferraz o el Congreso de los Diputados. Pero, además, cuando uno de estos coches es “pillado” por un radar somos los contribuyentes los que abonamos la factura.

- Comidas, móviles y regalos: las comidas de “trabajo” de nuestros políticos tampoco tienen un límite legal de gasto. Según denuncia el libro, “tampoco hay fiscalización previa a la hora de comprar jamón, champán o puros”.

Tampoco se privan demasiado nuestras instituciones a la hora de hacer regalos. Por ejemplo, el Congreso se gasta cada año 160.000 euros en regalos navideños y hasta 11.000 cargos públicos reciben algún tipo de obsequio en esas fechas.

Respecto a los móviles, los senadores cuentan con hasta 1,7 millones de euros al año sólo para gastos de teléfonos. Además, un gran porcentaje de los cargos públicos tienen móviles y ordenadores portátiles “oficiales” con cargo al erario público, por lo que pueden ahorrarse gran parte de las facturas que los ciudadanos anónimos pagan de su propio bolsillo.

3) El clientelismo de
la casta: los políticos españoles no sólo se preocupan de su futuro. Numerosos simpatizantes y allegados tendrán un refugio cerca de las instituciones para sortear esta crisis.

Cada uno de los Ministerios del Gobierno central y Consejerías autonómicas, y algunos ayuntamientos, tiene un buen número de cargos de confianza nombrados a dedo: jefe de gabinete, prensa, asesores… Así, es habitual que el ministro, sus secretarios de Estado e, incluso, los subsecretarios y directores generales estén rodeados de su gente (no es extraño que cada uno pueda tener un equipo de hasta una docena de personas).

Muchas de las tareas de estos cargos de confianza podrían ser perfectamente desarrolladas por los funcionarios de carrera, pero los políticos prefieren llevarse a su equipo a cada institución a la que acuden, y así, de paso, le pagan el sueldo a algún meritorio del partido. El nombramiento y el sueldo de todos estos cargos son completamente discrecionales y, en muchos casos, su remuneración es superior a la de los políticos que les nombraron.

Otro medio de clientelismo está en los informes encargados “a dedo”. Según la ley, si el coste de estos trabajos es inferior a 12.000 euros no están sometidos a concurso público y pueden otorgarse graciosamente a aquella empresa que decida el político de turno. De esta manera, la Generalidad de Cataluña subvencionó
documentos como "Análisis del grado de hibridación entre la codorniz común y la codorniz japonesa", 11.872 euros; "Valoración de las necesidades formativas de las Fuerzas Armadas españolas", 11.950 euros, etc, etc. Es muy posible que ésta sea la fórmula elegida por muchos políticos para mantener a simpatizantes y empresas afines en estos momentos difíciles.

También las empresas públicas tendrán su hueco para el despilfarro en estos tiempos de supuesto ajuste. Como
ha denunciado Libertad Digital, este tipo de compañías de titularidad pública es el nuevo coladero que los partidos utilizan para enchufar a simpatizantes. De esta manera, los amigos y familiares del político de turno pueden acceder a un empleo de por vida sin las molestias de estudiar una oposición.

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La mayor subida fiscal de la historia no afectará a los políticos españoles

Libertad Digital 2009-09-10 http://www.libertaddigital.com/economia/la-mayor-subida-fiscal-de-la-historia-no-afectara-a-los-politicos-espanoles-1276370050/

Zapatero anunció el miércoles la mayor subida fiscal de la historia de España, ya que el Gobierno pretende recaudar unos 1.000 euros extra por cada hogar. Sin embargo, dicho aumento no afecta por igual a todos. Hasta el 75% de los ingresos reales de los políticos está libre de impuestos.

La subida de impuestos (1,5% del PIB) anunciada ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no afectará a los políticos españoles, ya que cuentan con grandes privilegios en materia fiscal.

La razón estriba en que una parte muy considerable de sus ingresos está libre de impuestos. Y es que, entre el 40% y el 75% del sueldo real de diputados, senadores y, en general, cualquier cargo de representación pública, goza de exención fiscal. Es decir, no tributa a Hacienda, tal y como recoge el diario económico
Negocio. Y ello, a gracias a las abultadas dietas que cobran sus señorías.

En su
artículo 17.2, apartado b, de la Ley del IRPF deja exentas las cantidades que los parlamentos y otras instituciones públicas "asignen para gastos de viaje y desplazamiento" a los representantes públicos. Los expertos jurídicos señalan que este tipo de dietas incluye suculentos extras.

Un diputado podría llegar a tributar, fácilmente, al tipo máximo marginal del IRPF, establecido en el 43%. Sin embargo, la inclusión como dietas de gastos por manutención, transporte o alojamiento muy superiores a las que realmente se utilizan recortan ostensiblemente los ingresos sujetos a imposición, según las fuentes consultadas por el diario.

Además, si el diputado o senador en cuestión ocupa un cargo como presidente o miembro de alguna comisión parlamentaria, su sueldo se dispara, pero los impuestos no. De este modo, al quedar libre de impuestos entre el 40% y el 75% de sus ingresos reales, los políticos estarían disfrutando en la práctica a un marginal de renta de entre el 10% y el 25%. Es decir, que sus señorías tributarían como un ciudadano de renta media o baja (como los mileuristas).

Ventajas de ser parlamentario

Los diputados y senadores cuentan con grandes ventajas fiscales. Así, por ejemplo, la Ley del IRPF otorga a las Cámaras potestad absoluta para fijar las dietas de los parlamentarios que, entre otras cosas, incluyen de facto extras por labores de portavocía, presidir comisiones, etc., sin necesidad de tributar.

En este sentido, cabe destacar que los miembros del Parlamento español cobran de media algo más de 3.100 euros al mes, cifra que se ve incrementada sustancialmente con las
prebendas que obtienen por desempeñar tal o cual cargo en ésta o aquella comisión.

Así, por ejemplo, el presidente de la Cámara dispone de un complemento mensual de 3.605 euros, más otros 3.915 euros, también mensuales, para gastos de representación, y otros 3.210 para gastos de libre disposición (para gastar en lo que quiera).

En cuanto a los vicepresidentes, secretarios, portavoces y portavoces adjuntos de Mesa, perciben de una a tres pagas extra, que oscilan entre los 700 y los 1.400 euros mensuales. Y los presidentes de comisión disponen de casi 1.600 euros más al mes para "gastos de representación"; algo menos perciben quienes, en las referidas comisiones, son meros secretarios o portavoces.

Según el reglamento de la Cámara, además de las percepciones correspondientes a la asignación constitucional, los diputados tienen derecho a las "ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos que sean indispensables para el cumplimiento de su función".

Así , todos los que no son diputados por Madrid cobran 1.823 euros al mes extra para afrontar los "gastos de alojamiento y manutención en la capital que origine la actividad de la Cámara". En el caso de los diputados por Madrid, esta cantidad es de 870 euros extra al mes.

Sueldos extra, libres de impuestos

A ello hay que añadir, por supuesto, los gastos de transporte, cuya tributación está además exenta; siempre y cuando los señores diputados no cuenten con un chófer oficial, algo que, por cierto, ocurre en la mayoría de los casos.

"A partir del 1 de enero de 2006, la cuantía de las dietas devengadas por los desplazamientos que los Diputados realizan en misión oficial se cifran en 150 euros por día en el supuesto de desplazamientos al extranjero, y 120 euros diarios en el de viajes dentro del territorio nacional", según el reglamento.

Es decir, y hablando en plata, los contribuyentes sufragamos la vuelta a casa de sus señorías fin de semana sí y fin de semana también; señorías que no necesitan sino argumentar que han acudido a algún acto institucional o político en su ciudad de origen para embolsarse otros 120 euros diarios.

Ordenador portátil, teléfono móvil, despacho propio en el Congreso, asistente personal: he aquí algunos de los privilegios añadidos de que gozan los diputados españoles por el mero hecho de serlo.

Eurodiputados, residentes en Canarias

Los eurodiputados también cuentan con grandes ventajas. Pese a que en la UE los gastos y dietas están claramente tasados, son mucho mayores que en España y, de hecho, pueden suponer más de la mitad de los ingresos totales que perciben los parlamentarios de Bruselas. Por supuesto, estos ingresos extra también están libres de impuestos. Además, la mayoría de ellos se abonan sin comprobar su utilización real.

De hecho, según Negocio, "no es extraño encontrar en las listas de europarlamentarios españoles supuestos residentes en Canarias". Y es que, el viaje desde las Islas Afortunadas es más caro y, por ello, las dietas son más altas. Al no haber control, los sueldos reales se disparan. En conclusión, la subida de impuestos anunciada ayer por Zapatero no afectará a sus señorías, a diferencia de resto de ciudadanos.

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Los partidos se niegan a acabar con la pensión de oro de los parlamentarios

Libertad Digital 2010-12-22 D. SORIANO http://www.libertaddigital.com/economia/los-parlamentarios-se-niegan-a-acabar-con-sus-privilegios-1276410210/

La próxima reforma de las pensiones traerá un importante recorte para todos los trabajadores españoles. Bueno, para todos no. Los parlamentarios han optado por mantener su privilegiado sistema. La propuesta de Rosa Díez ha sido derrotada. Ellos no se merecen lo mismo que el resto de ciudadanos.

La pasada semana, el Pacto de Toledo (la comisión sobre pensiones que reúne a todos los partidos con representación parlamentaria) emitió sus conclusiones sobre la próxima reforma de las pensiones públicas. En el texto aprobado, se apuesta por una elevación del período de cálculo y se aboga por elevar la edad real de jubilación. Además, los anuncios del Gobierno apuntan a que la reforma final incluirá el retraso de la edad legal de jubilación a los 67 años. Y la mayoría de los expertos ya han realizado estudios en los que se muestra que ésta no será la última de los cambios: los jóvenes españoles ya saben que se tendrán que jubilar a los 70 años y que la prestación será mucho más reducida que la que cobran sus padres.

Sin embargo, este martes se conocía una buena noticia para estos mismos jóvenes. Hay una manera de conseguir una pensión digna sin necesidad de ahorrar, ni de invertir en un plan privado cada mes: sólo hay que hacerse parlamentario.

Hasta ahora, a muchos les parecía una desvergüenza que los políticos españoles dispusieran de un sistema de pensiones diferente al resto, pero pasaba desapercibido entre los numerosos privilegios de los que disfrutan los parlamentarios. Pero que estos días, con la reforma de las pensiones aún calentita, el Congreso y el Senado se mantengan en sus trece es algo que puede enfadar mucho a numerosos ciudadanos.

La secuencia de los hechos

Esta noticia ha saltado ahora, después de que las Mesas del Congreso y el Senado, que se reunieron este martes en la Cámara Baja, hayan estudiado algunas de las cuestiones comunes. Entre ellas estaba la solicitud, realizada hace ocho meses, de Rosa Díez para reformar el sistema de pensiones de los parlamentarios e igualarlo al del resto de los españoles. Pues bien, según informa Efe, ambas Mesas han decidido comunicar a la líder de UPyD que el sistema de complemento de pensiones de los Parlamentarios es "válido y adecuado".

Díez también reclamaba que diputados y senadores pudieran cobrar el subsidio de desempleo en lugar de indemnizaciones por cese de actividad. En definitiva, lo que Rosa Díez quiere es que se eliminen todos esos privilegios "inalcanzables" para el resto de los trabajadores.

La pensión de oro

En realidad, el sistema de pensiones de los diputados es un complemento a las pensiones públicas. De esta manera, las Cámaras complementan la paga que les correspondería hasta llegar al máximo legal en la Seguridad Social. Por ejemplo, si la pensión de un parlamentario, de acuerdo a sus cotizaciones es de 1.000 euros y el máximo previsto por el sistema en ese momento es de 2.300 euros, el Congreso se hace cargo de los 1.300 euros restantes. Los partidos se esconden detrás de estos hechos (es un complemento, lo pagan las Cámaras y no la Seguridad Social, etc...), para tapar lo que es un privilegio evidente costeado con dinero público y al que no tienen acceso los demás españoles.

Los requisitos

Para obtener estas ayudas un parlamentario sólo tiene que tener cumplidos los 65 años y haber ejercido en las Cortes durante siete años (hay que recordar que para el resto de los españoles el mínimo cotizado para tener derecho a una prestación contributiva es de 15 años). No sólo eso, sino que esos 7 años en las Cortes les garantizan el 80% de pensión, mientras que 15 años cotizados (que serán 20 ó 25 tras la reforma) para un trabajador normal sólo sirven para cobrar un 50% de la pensión que corresponda a su base de cotización.

Además, con 12 años en el Parlamento ya se tiene derecho a la pensión máxima desde el momento de la jubilación, mientras que los demás curritos tienen que tener al menos 35 años cotizados (y se habla de aumentar este cifra a 40) para cobrar esa cantidad.

Prejubilaciones

El régimen de prejubilaciones también es mucho más favorable a los políticos. Faltaría más, después de una vida dedicada al bienestar de sus ciudadanos están tan cansados que se han aprobado a sí mismos la posibilidad de prejubilarse a los 55 años cobrando el 60% de su asignación, que en la actualidad es de 3.125 euros mensuales (éste es el sueldo base, que es sobre el que se calculan estas prestaciones; el salario real medio, con dietas y complementos por trabajos en comisiones es bastante más alto).

Además, un senador o diputado con 60 años, si ha cotizado durante 40, también pueden cobrar el 100% de la pensión, algo no permitido al resto de trabajadores hasta los 65 por mucho tiempo que hayan cotizado.

Plan privado

También causará sorpresa a algunos saber que las Cortes dedican un 10% adicional del sueldo de cada parlamentario a un "plan de previsión social". Esto quiere decir que los mismos que hablan cada día de la "sostenibilidad" del sistema, de su "solidez" y de su "solidaridad" tienen planes de pensiones pagados por todos los españoles y a través de los que las Cámaras les ingresan más de 300 euros al mes. Será un buen complemento, cuando se jubilen, para esas pensiones de oro que se han garantizado.

Prestación por desempleo

Rosa Díez también había planteado en su propuesta la posibilidad de que los ex parlamentarios puedan percibir la prestación por desempleo con los mismos requisitos y cuantías que cualquier otro trabajador. Hasta ahora no podían cobrar el subsidio del paro. Esto había llevado a las Cámaras, en un claro gesto de altruismo hacia sus compañeros desempleados (con el dinero de los contribuyentes, eso sí), a fijar una indemnización equivalente de una mensualidad de la asignación constitucional por cada año de mandato parlamentario en las Cortes Generales y hasta un límite de 24 mensualidades. Esta indemnización, además, se abonará mensualmente.

Es decir, que si un congresista pierde su cargo en la elecciones tras haber estado 12 años en la Cámara tendrá derecho a cobrar su sueldo base durante un año para que reingrese en la vida civil sin sobresaltos. Por supuesto, este sueldecillo de nada es compatible con otros ingresos por trabajos en el partido o en la empresa privada, aunque no lo cobrarían si acceden a otro cargo público.

No son éstas las únicas ventajas de las que disfrutan nuestros políticos. Los miembros del Gobierno tienen incluso más prerrogativas (como cobrar un sueldo al dejar de ser ministro incluso aunque se siga siendo parlamentario), aunque sería imposible detallarlas todas aquí.

¿La justificación?

Cuando los periodistas preguntan a los políticos el por qué de todos estos privilegios la respuesta es que hay que proteger a los representantes públicos una vez que dejan de ser diputados o senadores. También se alude a los bajos sueldos de los políticos hispanos en comparación con los del resto de Europa.

Sin embargo, es una justificación bastante poco sólida. Para empezar, un político ya sabe lo que cobrará cuando decide presentarse a unas elecciones. Si le parece poco, que no lo haga y se busque la vida en la empresa privada, a ver si allí les pagan los 3.125 euros (más dietas y complementos se van fácilmente muy por encima) que cobran los diputados y senadores.

En segundo lugar, cabría preguntarse si necesitan más protección contra el desempleo o la jubilación que el resto de los trabajadores españoles. Es cierto que cuando un diputado pierde unas elecciones puede verse en el paro (como un fontanero al que despiden de su empresa). Casi nadie tendría nada en contra de que cobrase el paro el tiempo correspondiente, como el resto. Pero, ¿por qué una indemnización especial?

En realidad, los parlamentarios hacen muchos contactos durante el ejercicio de su función, conocen a gente muy relevante en el mundo de la empresa y se dan a conocer en sus partidos. Además, muchos de ellos tienen excedencias y vuelven a su trabajo anterior con normalidad (normalmente, en el sector público). Se hace difícil imaginar que un senador cesante esté peor y necesite una indemnización más alta que el fontanero del ejemplo.

Este tipo de explicaciones idealizan a los políticos como unos trabajadores desinteresados que dejan pasar grandes oportunidades en el sector privado para sacrificarse por los ciudadanos. Pero si esto es así o no, tendrá que juzgarlo cada votante en cada caso concreto, otorgándoles su confianza y su respeto. No parece muy justo que sean ellos mismos los que valoren la importancia de su función con un sueldo y unas prerrogativas autoimpuestas por votación (por cierto, en esto las mayorías son casi absolutas; es un tema en el que el tan anhelado consenso se alcanza rapidísimo).

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La jubilación de oro de los políticos: pensión máxima con siete años cotizados

2010-02-01 Libertad Digital http://www.libertaddigital.com/economia/la-jubilacion-de-oro-de-los-politicos-pension-maxima-con-siete-anos-cotizados-1276383217/

La clase política es ajena a la reforma de las pensiones públicas que acaba de proponer el Gobierno. Mientras el PSOE quiere retrasar la edad de jubilación a los 67 y rebajar las pensiones, sus señorías disfrutan del privilegio de poder retirarse con la pensión máxima cotizando tan sólo siete años.

Privilegios, ésa es la palabra que sirve para definir el estatus del que disfrutan sus señorías y cargos públicos. Así, por ejemplo, la reforma fiscal que aprobó el Gobierno el pasado año, la mayor subida de impuestos de la democracia, no afecta a todos por igual. Y es que hasta el 75% de los ingresos reales de los políticos está libre de impuestos. En concreto, entre el 40% y el 75% del sueldo real de diputados, senadores y, en general, cualquier cargo de representación pública, goza de exención fiscal. Es decir, no tributa a Hacienda, gracias a las abultadas dietas que cobran sus señorías.

Pero tales ventajas no sólo se circunscriben al ámbito fiscal. El proyecto de la reforma de las pensiones públicas que aprobó el Ejecutivo el pasado viernes tampoco afecta a los políticos. Tal y como desvela el despacho Larrauri & Martí Abogados en Invertia, ministros, diputados o secretarios de Estado, entre otros altos cargos institucionales, tienen la posibilidad de compatibilizar dos y hasta tres tipos de pensiones como recompensa a su trabajo.

"Efectivamente, la primera gran diferencia entre una pensión pública y una pensión de un alto cargo, o mejor dicho entre un ciudadano y un alto cargo institucional, es que así como el ciudadano nunca podrá percibir dos salarios del Erario Público, el ministro, el senador, diputado, secretario, etc…, podrá percibir dos y tres salarios del Erario Público", alertan los expertos.

Por si ello fuera poco, mientras que los ciudadanos deben cotizar durante 35 años para cobrar la totalidad de la pensión a que tienen derecho "a los miembros del Gobierno les basta con jurar el cargo y acumular siete años de ejercicio para poder obtener la pensión máxima de jubilación", añaden.

Ello se debe a que gozan de la llamada "pensión parlamentaria", que está prevista en el Reglamento de pensiones parlamentarias de fecha 11 de junio de 2006, que es la pensión que las Cortes Generales abonan con cargo a su presupuesto a quienes hayan sido miembros del Congreso de Diputados o del Senado durante al menos 7 años.

Esta pensión parlamentaria se creó para los supuestos en que los parlamentarios no alcanzaran el límite máximo de pensiones públicas. En esos casos las Cámaras abonarían la diferencia entre ese límite de pensión máxima y la pensión percibida por el diputado. En resumen, "las Cámaras [con el dinero de los contribuyentes] pagarán el dinero necesario hasta que el diputado alcance la base máxima de jubilación".

Indemnización por cese de actividad

Pero aún hay más. Tal y como señala el despacho, sus señorías también tienen derecho a percibir una indemnización económica por cese en el cargo, bajo la excusa de que" la dedicación a la actividad política parlamentaria obliga a dejar la ocupación habitual de modo que cuando se produce el cese, la vuelta a dicha ocupación suele acarrear diversas dificultades". La dificultad más “relevante”, según esta Exposición de Motivos, es la carencia de cobertura por desempleo que afecta a quien desempeña cargo parlamentario.

Es decir, un parlamentario que al mes percibe como salario medio unos 4.000 euros al mes (mas dietas), se encuentra con el supuesto problema de que cuando cesa en su cargo carece de prestación por desempleo, de ahí que las Cortes aprobaran una "suculenta indemnización" para este tipo de casos, añaden los abogados.

Además, también perciben una indemnización para afrontar el período de transición que se produce entre la disolución de las Cámaras y la constitución de las mismas tras las elecciones ya que, según explica el reglamento, no es seguro que vayan a continuar en el cargo.

"La indemnización por cese parlamentario será el equivalente de una mensualidad de la asignación constitucional por cada año de mandato parlamentario en las Cortes Generales y hasta un límite de 24 mensualidades. Esta indemnización además se abonará mensualmente".

Idénticos motivos se adujeron para justificar la indemnización por cese de los ministros, permitiendo que "dicha indemnización fuera compatible con el cargo de diputado o senador o con cualquier otro tipo de remuneración", advierten.

De este modo, cuando un ministro cesa de su cargo, "tendrá derecho a una indemnización del 80% de su salario hasta dos años como máximo". Una cuantía que, además, podrá compaginar con el sueldo de diputado o senador. Por otro lado, cuando deje el cargo de diputado o senador también tendrá derecho a una indemnización por cese, equivalente a una mensualidad por año de cargo. Por último, sus señorías tienen aseguradas la base máxima de la pensión de jubilación si ha estado en el cargo parlamentario al menos siete años.

En resumen, los políticos españoles acumulan indemnizaciones por cese de actividad, así como la percepción de pensiones máximas y sueldos de forma simultánea con apenas unos años cotizados. Y, mientras, PP y PSOE negocian para rebajar las pensiones a todos los contribuyentes al tiempo que retrasan la edad de jubilación, aumentando así los años de cotización necesarios para recuperar el dinero que mes a mes les resta de sus sueldos la Seguridad Social.