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El Sanctus de la misa y su patética suplantación
Por desgracia en el Sanctus se nos sigue dando cambiazo, erre que erre, en nombre de la creatividad del celebrante, a la que es sometido el pueblo.
El Sanctus de la misa
Los cuatro serafines que rodean el trono de Dios en el cielo, que es un gran templo, proclaman continuamente en un gigantesco estruendo:
Santo, Santo, Santo
"Los cuatro seres vivientes, cada uno con seis alas, estaban cubiertos de ojos por fuera y por dentro. Día y noche cantan sin pausa: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que viene" (Ap 4, 8).
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"El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado, y sus haldas llenaban el templo.
Unos serafines se mantenían erguidos por encima de él; y se gritaban el uno al otro:«Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria».
»Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que clamaban, y la Casa se llenó de humo. Y dije: «¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey Yahveh Sebaot han visto mis ojos!». Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar, y tocó mi boca y dijo:
«He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expiado.»
Y percibí la voz del Señor que decía:
«¿A quién enviaré? ¿y quién irá de parte nuestra»?
Dije:
«Heme aquí: envíame.»
(Isaías 6,1-2a-3-8, lectura primera de la misa del domingo 7.02.2010)
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"Santo, Santo, Santo es el Señor, / Dios del universo. / Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria" (Liturgia de la Misa).
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso (Salmo responsorial de la misa del 16.11.2016).
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Si tan sólo llegáramos al cielo, qué cosa más dulce y sencilla que estar allí para siempre diciendo con los ángeles y los santos, Sanctus, sanctus, sanctus (San Felipe Neri).
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Salió otro ángel del santuario... Otro ángel salió del santuario del cielo... (Ap 14,15; 14,17).
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La gloria de Yahveh salió de sobre el umbral de la Casa y se posó sobre los querubines. Los querubines desplegaron sus alas y se elevaron del suelo ante mis ojos, al salir... Y se detuvieron a la entrada del pórtico oriental de la Casa de Yahveh; la gloria del Dios de Israel estaba encima de ellos. Era el ser que yo había visto debajo del Dios de Israel... y supe que eran querubines. (Ez 10,18-20)
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Catequesis del papa san Juan Pablo II, 11.12.1985: https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1985/documents/hf_jp-ii_aud_19851211.html
Dios tres veces santo
1 "Santo, Santo, Santo es el Señor, / Dios del universo. / Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria" (Liturgia de la Misa).
Cada día la Iglesia confiesa la santidad de Dios. Lo hace especialmente en la liturgia de la Misa, después del prefacio, cuando comienza la plegaria eucarística. Repitiendo tres veces la palabra "santo", el Pueblo de Dios dirige su alabanza al Dios uno y trino, cuya suprema transcendencia e inasequible perfección confiesa.
Las palabras de la liturgia eucarística provienen del libro de Isaías, donde se describe la teofanía, en la que el Profeta fue admitido a contemplar la majestad de la gloria de Dios, para anunciarla al pueblo:
"...Vi al Señor sentado sobre su trono alto y sublime... Había ante Él Serafines... / Los unos a los otros se gritaban y respondían: / Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos. / Está llena la tierra de su gloria" (Is 6, 1-3).
La santidad de Dios connota también su gloria (kabod Jahveh) que habita el misterio íntimo de su divinidad y, al mismo tiempo, se irradia sobre toda la creación.
2. El Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento, que recoge muchos elementos del Antiguo, propone de nuevo el "Trisagio" de Isaías, completado con los elementos de otra teofanía, tomados del Profeta Ezequiel (Ez 1, 26). En este contexto, pues, oímos proclamar de nuevo:
"Santo, Santo, Santo es el Señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que viene" (Ap 4, 8).
3. En el Antiguo Testamento a la expresión "santo" corresponde la palabra hebrea "gados", en cuya etimología se contiene, por un lado, la idea de "separación" y, por otro, la idea de "luz": "estar encendido, ser luminoso". Por esto, las teofanías del Antiguo Testamento llevan consigo el elemento del fuego, como la teofanía de Moisés (Ex 3, 2), y la del Sinaí (Dt 4, 12), y también del resplandor, como la visión de Ezequiel (Ez 1, 27-28), la citada visión de Isaías (Is 6, 1-3) y la de Habacuc (Hab 3, 4). En los libros griegos del Nuevo Testamento a la expresión "santo" corresponde la palabra "hagios".
A la luz de la etimología veterotestamentaria se hace clara la siguiente frase de la Carta a los Hebreos: "...nuestro Dios es un fuego devorador" (Heb 12, 29. Cf. Dt 4, 24), así como la palabra de San Juan en el Jordán, respecto al Mesías: "...Él os bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego" (Mt 3, 11). Se sabe también que en la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, que tuvo lugar en el Cenáculo de Jerusalén, aparecieron "lenguas como de fuego" (Act 2, 3).
4. Si los cultivadores modernos de la filosofía de la religión (por ejemplo Rudolph Otto) ven en la experiencia que el hombre tiene de la santidad de Dios los componentes del "fascinosum" y del "tremendum", esto encuentra comprobación tanto en la etimología, que acabamos de recordar, del término veterotestamentario, como en las teofanías bíblicas, en las cuales aparece el elemento del fuego. El fuego simboliza, por un lado, el esplendor, la irradiación de la gloria de Dios (fascinosum), por otro, el calor que abrasa y aleja, en cierto sentido, el terror que suscita su santidad (tremendum). El "gados" del Antiguo Testamento incluye tanto el "fascinosum" que atrae, como el "tremendum" que rechaza, indicando "la separación" y, por lo mismo, la inaccesibilidad.
5. Ya otras veces, en las catequesis anteriores de este ciclo, hemos hecho referencia a la teofanía del libro del Éxodo. Moisés en el desierto, a los pies del Monte Horeb, vio una "zarza que ardía sin consumirse" (Cf. Ex 3, 2), y cuando se acerca a esa zarza, oye la voz: "No te acerques. Quita las sandalias de tus pies, que el lugar en que estás es tierra santa" (Ex 3, 5). Estas palabras ponen de relieve la santidad de Dios, que desde la zarza ardiente revela a Moisés su Nombre ("Yo soy el que soy"), y con este Nombre lo envía a liberar a Israel de la tierra egipcia. Hay en esta manifestación el elemento del "tremendum": la santidad de Dios permanece inaccesible para el hombre ("no te acerques"). Características semejantes tiene también toda la descripción de la Alianza hecha en el monte Sinaí (Ex 19-20).
6. Luego, sobre todo en la enseñanza de los Profetas, este rasgo de la santidad de Dios, inaccesible para el hombre, cede en favor de su cercanía, de su accesibilidad, de su condescendencia.
Leemos en Isaías:
"Porque así dice el Altísimo, / cuya morada y cuyo nombre es santo: / Yo habito en un lugar elevado y santo, / pero también con el contrito y humillado, / para hacer revivir el espíritu de los humillados / y reanimar los corazones contritos" (Is 57, 15).
De modo parecido en Oseas:
"...soy Dios y no hombre, / soy santo en medio de ti / y no llevaré a efecto el ardor de mi cólera." (Os 11, 9).
7. El testimonio máximo de su cercanía, Dios lo ha dado, enviando a la tierra a su Verbo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el cual tomó un cuerpo como el nuestro y vino a habitar entre nosotros.
Agradecidos por esta condescendencia de Dios, que ha querido acercarse a nosotros, no limitándose a hablarnos por medio de los Profetas, sino dirigiéndose a nosotros en la persona misma de su Hijo unigénito, repitamos con fe humilde y gozosa: "Tu solus Sanctus...". "Sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén".
© Copyright 1985 - Libreria Editrice Vaticana
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El Trisagio Los cuatro seres vivientes, cada uno con seis
alas, estaban cubiertos de ojos por fuera y por dentro.
Día y noche cantan sin pausa: Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, tened misericordia de nosotros El Concilio General de Calcedonia prescribió el Trisagio a todos los fieles, para invocar a la Santísima Trinidad en tiempos funestos y de calamidades San Antonio María Claret, después de
una locución que tuvo en la Granja (Segovia), el día 27
de agosto de 1851, en la Iglesia del Rosario, dijo que |
GOZOS PARA EL TRISAGIO COMPUESTOS
POR EL
BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ
Dios Uno y Trino a quien tanto
Arcángeles, Querubines,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Gózate, amable Deidad,
en tu incomprensible esencia,
y de que por tu clemencia
perdonas nuestra maldad;
por esta benignidad,
en místico dulce canto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
¡Oh inefable Trinidad,
Bien sumo, Eterno, Increado,
al hombre comunicado
por exceso de bondad!
Y porque en la eternidad
de tu ser te gozas tanto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Gózate, pues tu luz pura,
con ser tan esclarecida,
no llega a ser comprendida
por alguna criatura;
por eso al ver tu hermosura,
con sagrado horror y encanto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Eres Todopoderoso,
Sabio, Inmenso, Criador,
Justo, Remunerador,
Bueno, Misericordioso;
en tus Santos prodigioso
has sido y eres; por tanto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Gózate de que en tu ser
todo es sumo, todo igual;
que perfección desigual
en Ti no puede caber;
llegando esto a conocer
el Trisagio sacrosanto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Aunque ciega, nuestra fe
se aventaja a la razón,
pues con la revelación
iluminada se ve;
enigma es todo lo que
ahora vemos; entretanto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Fiada nuestra esperanza
en tu promesa divina
hacia la patria camina
con segura confianza;
entretanto que esto alcanza,
con el más melifluo canto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Tu suma amable bondad
nuestro corazón inflama,
derivándose esta llama
de tu inmensa caridad;
amad, criaturas, amad
a quien por amarlo tanto,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
Sea ya nuestro consuelo
El Trisagio que Isaías
con suaves melodías
oyó cantar en el cielo,
donde con ferviente anhelo,
por dar al infierno espanto,
Dios Uno y Trino a quien tanto
Arcángeles, Querubines,
Ángeles y Serafines,
dicen: Santo, Santo, Santo.
V/.Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.
R/. Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos.
Omnipotente y sempiterno Dios, que concediste a tus siervos el
conocer la gloria de tu eterna Trinidad en la confesión de la
verdadera fe y el adorar la Unidad en tu augusta Majestad; Te
rogamos, Señor, que por la fuerza de esa misma fe nos veamos
siempre libres de todas las adversidades. Por Cristo, Señor
nuestro. Amén.
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TRiSAGíO CELESTIAL COMUNICADO A LA TIERRA POR LOS ÁNGELES. Escrito por el director del real Seminario de San Carlos de la Habana. A devoción del Ilmo. Sr. Obispo de Cuba, quien concede cuarenta dias de indulgencia por cada una de las protestas, alabanzas y deprecaciones que contiene, á todas las personas que lo rezaren, rogando á Dios por las necesidades de la Iglesia y de la Diócesis, donde desea S. S. I. que se estienda para mavor bien de sus ovejas. Reimpreso por Ignacio Arango Calle del Cifres núm. 2. 1844. INVOCACIÓN. f. Abre mis labios, Señor, y anunciaré tu alabanza ft. Atiende a mi, y sin tardanza dame tu ausilio y favor, f. Gloria al Padre, al Hijo y albEspíritu Santo. Así como era el principio, sea ahora y siempre, y en los siglos de los siglos. Amén. Acto preparatorio al ejercicio. Benignísimo Dios, uno en esencia y trino en personas: aquí tienes una de tus humildes criaturas, que reconoce en si la venerable Imagen de tu Trinidad Santísima. Confieso que no he cumpli- do con las obligaciones a. que me em- peña el honor de esta divina semejanza. He pecado, Dios mió, pero nunca negué; sino he creido constantemente en el Padre, en el Hijo y en el Espiritu Santo: que el Padre no tiene algún principio: que el Hijo es engendrado por el Padre, á quien es consubstan- cial; y que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, de cuyo amor re- cíproco es término también consubs- tancial á ambos: que el Padre no es primero qiie el Hijo, ni los dos, prime- ro que el Espiritu Santo. Adoro al Padre como Dios, al Hijo como Dios, y al Espiritu Santo como Dios; y con todo, en los tres solo creo y adoro un solo Dios. Yo no entiendo, Señor, este misterio; pero cautivo mi entendimien- to en obsequio de la fe, para mayor gloria tuya y mérito mió Ofresco estos profundísimos sentimientos de religión, de reverencia y amor, como unos votos gratísimos á tu santidad, para que por ellos perdones tantas ofensas cometidas por mi contra tu Magestad increada ¡Oh Trinidad Beatísima! A ti suspira la Trinidad miserable de mis potencias. Mi memoria enferma de fragilidad, mi entendimiento apestado de ignorancia, mi voluntad contagiada de inclinación al mal. Sánala, santifícala y dale auxilio para que jamás falte á los propósitos que te has dignado inspirarme, que yo protesto dedicarme, desde hoy en adelante, á mantener la nobleza de costumbres que corresponde al carác- ter de ti mismo conque me has sellado: á hacer todo el precio que me sea posible de tu gracia y á valerme para conservarla, de la devoción al misterio de tu augustísima Trinidad, en quien espero hayar misericordia, piedad y beneficencia para siempre. Amen. HIMNO. Ya se va el Sol de fuego, tu Unidad, luz perenne, Trinidad santa infunde tu amor en nuestras mentes. De mañana y de tarde rogamos que ncs lleves a alabarte en el cielo con himnos reverentes. Al Padre, al Hijo, y a tí, Divino Espíritu, siempre la gloria que basta aquí, sea dada eternamente. Luego se rezarán tres padrenuestros con glaria Patri cada uno en el lugar que se advertirá abajo, en de lastres divinas personas. Se alaba nueve veces con los nueve coros de los ángeles, y se implora otras tantas sn iniscricordlu, con las espresim mismos espíritus celestiales etist fiaron, corno eficaces para alcanzarla^ ui la forma siguiente. Un padre nuestro y un gloria Patri fyc. CON LOS SERAFINES. 1. f. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. R. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ten misericordia de nosotros, CON LOS QUERUBINES. 2. f. Santo, Santo. Santo, Señor Dios de los ejércitos. ft. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ten miseiicordia de nosotros. CON LOS TRONOS, 3. f. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. B;. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ten misericordia de nosotros. ORACIÓN A DIOS PADRE. mnipotente y sempiterno Dios Pa- dre, que con tu Unigénito Hijo y 8 ' con el Espíritu Santo eres un solo Dios: uno en la esencia y trino en las personas. Yo te adoro, venero y bendi- go con las tres angélicas gerarquias, y con los tres coros de la primera: aunan- tes serafines, sabios querubines y ecsel- sos tronos; te aclamo Santo, Santo, San- to, poderoso y eterno, padre del Verbo divino, principio del Espíritu Santo, Señor de cielos y tierra, á quien sea gloria por los siglos de los siglos. Amén, Otro padre nuestro y gloria Patri §*c. CON LAS DOiMINACIONES. 4 y. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. R. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ten misericordia de nosotros. CON LAS VIRTUDES. 5. >\ Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. N R. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Immortal; ten misericordia de nosotros. CON LAS POTESTADES. 6. f. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de ios ejércitos. R. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ten misericordia de nosotros. ORACIÓN A DIOS HIJO Sabio y soberano Dios Hijo, hecho hombre por nosotros, que con tu E- terno Padre y divino Espíritu eres un solo Dios, uno en esencia y trino en personas, Yo te venero bendigo y ado- ro con las tres, gerarquías de los an- geles, y con los tres coros de la segun- da Dominaciones, virtudes y potesta- des, te aclamo Santo, Santo, Santo, om- nipotente Verbo divino, y unigénito Hijo de Dios, principio del Espíritu Santo. Señor de los Cielos y tierra, á quien sea gloria por los siglos de los siglos Amén. Otro padre nuestro y gloria Patri etc. CON LOS PRINCIPADOS. 7. T. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. R. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ten misericordia de nosotros» CON LOS ARCÁNGELES. 8. y. Santo, Santo. Santo, Señor Dios de los ejércitos. R. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ten misericordia de nosotros. CON LOS ANGELES. 9 f. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de I03 ejercites. R. Santo Dios, Santo Fuerte, Santa - '"' Inmortal: ten misericordia de nosotros,; 11 ORACIÓN A DIOS ESPÍRITU SANTO. Amante Dios Espíritu Santo, amor divino que con el Eterno Padre j Unigénito Hijo eres un solo Dios> uno en la esencia y trino en personas. Yo te bendigo, adoro y venero con las tres gerarquias angélicas, y con los tres coros de la tercera: principados, arcán- geles y ángeles; te aclamo, Santo, Santo, Santo, divino amor y suavísi- ma unión del Eterno Padre y del Hi- jo, procedido en amor de uno y otro, Señor de los cielos y de la tierra, á quien sea gloria por los siglos de ios siglos. Amén, ANTÍFONA. es son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y ei pírütu Santo: y estos tres son una -i* raa cosa. 12 ' if. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. B. Alabémosle y ensalcémole en todos los siglos. OREMUS. Altísimo é incomprensible Dios, que dentro -del santuario de tu divina na- turaleza, donde nadie entra, tienes encerrado el misterio de tu Trinidad Santísima, á quien no se puede correr el velo para verla de lleno; sino que todas las criaturas deben adorarla pro- fundamente desde afuera: dígnate ad- mitir nuestros humildes votos, depre- caciones y alabanzas que presentamos reverentemente al pie del trono de tu inefable- magestad, por los merecimien- tos de nuestro Señor Jesucristo, q".e contigo vive y reina en unidad del Es- píritu Santo, Dios por todos les siglos;" , de los siglos. Amén. GOZOS A DIOS TRINO Y UNO. A nuestro Dios sacrosanto, los dichosos Querubines, Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. ¡O divina Trinidad! una esencia soberana, de donde el bien nos dimana solamente por bondad; y por que vuestra piedad pone fin á nuestro llanto: Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. A vuestra amable deidad humildes hoy veneramos, y que perdonéis clamamos nuestra ignorancia y maldad: Por esta benignidad en su misterioso canto: Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. El trisagio que Isaías escribió con grande zelo, Se ovó cantar en el cielo a angélicas jerarquías, y como estas melodías dan á Dios melifluo canto: Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. El mismo escuchó San Juan á animales misteriosos, que lo entonaban gozosos al compaz de un ademan, y ahora sin sentir afán, pena, cansancio ó quebranto; Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. De la subitánea muerte del rayo, peste y temblor, el trisagio por favor indemniza nuestra suerte y como el brazo del fuerte nos libra en todo quebranto; Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. Es escudo soberano de la divina justicia, con que de infernal malicia triunfa devoto el cristiano; y como el dragón tirano huye del terror y espanto: Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. Es el iris que en el mar, en la tierra y en el fuego, ¦ . y en el aire ostenta luego que nos quiere libertar: por gracia tan singular conque nos proteges tanto: Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. Yo confio en vuestro favor Santo Dios, fuerte, inmortal, que en el coro celestial cantaré con mas fervor este himno que tanto honor os causa, cuando en su canto; Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo. A nuestro Dios sacrosanto, los dichosos Querubines, Angeles y Serafines dicen: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA. Bendita seas, Santísima Trinidad y unidad invisible de nuestro Dios. Nosotros confesamos este misterio augustísimo de tu ser con cuanta reverenciapodemos, porque no cesa de ejercitar en nosotros tu misericordia. Bendito eres, Señor, en el firmamento del cielo. R. Y llena está de tu gloria toda la tierra. OREMUS. Omnipotente y sempiterno Dios, que has concedido á tus siervos la gra- cia de conocer en la confesión de la verdadera fe la gloria de la eterna Tri- nidad de tus personas, y de adorar en el poder de la magestad la unidad de tu incomprensible naturaleza: nosotros te suplicamos que por la firmesa de esa iDisma fe, seamos libres de todo gé- nero de adversidades: por nuestro Se- fior Jesucristo, que con tigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios por todos los siglos y de los siglos. Amén
Elogios deprecativos á la Santísima Trinidad, que se pueden decir después del Trisagio.
Padre Eterno, omnipotente Dios Toda criatura te alabe y glorifique. Verbo divino inmenso Dios. Toda criatura te alabe y glorifique Espíritu Santo, infinito Dios. Toda criatura te alabe y glorifique Santísima Trinidad, un solo Dios, ver- dadero. Toda criatura te alabe y glorifique Criador, conservador y gobernador de todo lo criado. Toda criatura te alabe y glorifique Vida nuestra, en quien, de quien y por quien vivimos. Toda criatura te alabe y glorifique Vida divina, y una en tres divinas per- sonas, Toda criatura te alabe y glorifique Cielo divino de excelsitud magestuosa. Toda criatura te alabe y glorifique Cielo supremo del Cielo oculto a los hombres. Toda criatura te alabe y glorifique Sol divino é increado. Toda criatura te alabe y glorifique Círculo perfectísimo de capacidad in- finita, Toda criatura te alabe y glorifique Manjar divino de los angeles. Toda criatura te alabe y glorifique Hermoso iris, arco de clemencia, Toda criatura te alabe y glorifique Luz primera y triduana que al mundo / ilustras. Toda criatura te alabe y glorifique Soberano y divino fulgor de luz. Toda criatura te alabe y glorifique Lumbre inacesible de incomprensible esplendor. Toda criatura te alabe y glorifique Sumo bien, triplicado, útil honesto y gustoso. Toda criatura te alabe y glorifique Pomposo árbol de hermoso pimpollo y fruto. Toda criatura te alabe y glorifique Vara florida de fecunda raiz. Toda criatura te alabe y glorifique Árbol divino, que al que te mira llenas de felicidades. Toda criatura te alabe y glorifique Viña sagrada de tres bellos pimpollos. Toda criatura te alabe y glorifique Camino alto que guia hacia el empíreo, Toda criatura te alabe y glorifique Torre fortísima de defensa y ofensa contra el infernal enemigo, Toda criatura te alabe y glorifique Trino cordón sagrado de nudo indisoluble. Toda criatura te alabe y glorifique Via láctea de luz infinita. toda. Piélago insondable de profundidad inmensa. Toda criatura te alabe y glorifique Espejo limpísimo de divos destellos, Toda criatura te alabe y glorifique Mística y eminentísima corona de oro. Toda criatura te alabe y glorifique Arca soberana del santuario supremo. Toda criatura te alabe y glorifique Perla candidísima de valor infinito, Toda criatura te alabe y glorifique Gigante brazo que con tres dedos sostienes todo el mundo. Toda criatura te alabe y glorifique Espada formidable contra el pecador impenitente. Toda criatura te alabe y glorifique De todo mal de alma y cuerpo. Líbranos Trino Señor. De todo pecado y ocasión de culpa Líbranos Trino Señor. De vuestra ira y enojo. Líbranos Trino Señor. De repentina é improvisa muerte. Líbranos Trino Señor. De las insidías y cercanías del demonio, Líbranos Trino Señor. Del espíritu de la deshonestidad y sugestión Líbranos Trino Señor. De la concupiscencia de la carne. Líbranos Trino Señor. De toda ira, odio y mala voluntad. Líbranos Trino Señor. De plagas, peste, hambre y guerra. Líbranos Trino Señor. De tempestades en el mar y en la tierra. Líbranos Trino Señor. De los enemigos de la fe católica. Líbranos Trino Señor. :De nuestros enemigos y sus maquinaciones. Líbranos Trino Señor. De la muerte eterna. Líbranos Trino Señor. Por vuestra unidad en Trinidad, y Trinidad en unidad. Líbranos Trino Señor. Por la igualdad esencial de vuestras personas. Líbranos Trino Señor. Por la alteza del misterio de vuestra Trinidad. Líbranos Trino Señor. Por el inefable nombre de vuestra Trinidad. Líbranos Trino Señor. Por lo portentoso de vuestro nombre uno y trino. Líbranos Trino Señor. Por la virtud creativa común á toda vuestra Trinidad con que dais srp, y conserváis todo lo que tiene ser. Líbranos Trino Señor. Porla admirable obra de la Encarnación de Cristo nuestro Señor en las entrañas de su Madre siempre virgen. Líbranos Trino Señor. Por la ostentación de vuestra Trinidad en unidad, que hiciste al formar al hombre á vuestra imagen y semejanza. Líbranos Trino Señor. acia conque en el Bautismo aquella imagen vuestra. ilación de vuestra Trinidad á n, visitándole en su casa, Líbranos Trino Señor. icho que os agradan las almas a ser devotas de vuestra Trinidad santitísima. Líbranos Trino Señor. nde amor con que libráis de los pueblos donde hay algún de vuestra Trinidad] ama Líbranos Trino Señor. ud divina que en los devotos ra Trinidad Santísima reco- contra si los demonios. Líbranos Trino Señor. Nosotros pecadores. Te rogamos óyenos. Que acertemos á resistir al demonio con las armas de la devoción de vuestra Trinidad sacrosanta, Te rogamos óyenos. Que hermoseis mas cada dia con los colores de vuestra gracia, vuestra imagen que está en nuestras almas, Te rogamos óyenos. De la muerte eterna.
Por vuestra unidad en Trinidad en unidad. Por la igualdad esencial de personas. Por la alteza del misterio de la Trinidad. Por el inefable nombre de vuestra Trinidad.
Por lo portentoso de vuestro uno y trino. Por la virtud creativa común a vuestra Trinidad con que dais ser y conserváis todo lo que tiene ser Por la admirable obra de la Encarnacion de Cristo nuestro Señor en las purísimas entrañas de su Madre siempre virgen. Líbranos Trino Señor. Por la ostentación de vuestra Trinidad en unidad, que hiciste al formar al hombre á vuestra imagen y semejanza. Líbranos Trino Señor. 1 Por la gracia conque en el Bautismo renováis aquella imagen vuestra. Lib. Por la revelación de vuestra Trinidad á Abrahan, visitándole en su casa, Lib. Por lo mucho que os agradan las al- mas en ser devotas de vuestra Trini- dad Beatísima. Lib. Por el grande amor con que libráis de males á los pueblos donde hay algún devoto de vuestra Trinidad] ama- ble. Lib. Pon la virtud divina que en los devotos de vuestra Trinidad Santísima reco- nocen contra si los demonios. Lib. Nosotros pecadores. Te rogamos óyenos. Que acertemos á resistir al demonio con las armas de la devoción de vues- tra Trinidad sacrosanta, Te rog. Que hermoseis mas cada dia con los colores de vuestra gracia, vuestra imagen que está en nuestras almas, T 22 Que todo9 !: fl fieles se esmeren en ser devotos ele vuestra Santísima Trini- dad, Te rog> Que todos consigamos las muchas fe- licidades qu(; están \inculadas para los devotos de vueíira Trinidad ine- fable. Te rog. Q,ue al confesar nosotros el misterio de vuestra Trinidad, se destruyan los errores de los infieles. Te rog* Que todas las almas fc\ purgatorio go- cen mucho refrigerio en virtud del misterio de vuestra Trinidad. Te rog. Que.os digneis oírnos con piedad. Te regamos, óyenos. f . Trinidad Santísima, oye nuestra oración* . í$* Y venga a tí nuestro clamor. 8 ORACIÓN. Señor divino, trino y uno, adoramos,continuamente vuestra caridad, la mmm 23 comunicación de vos, para que en tiempo y eternidad os amemos y glo- rifiquemos Dios Padre 3 Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, en una deidad ó Trinidad divina, ó unidad en Trinidad, ó tres personas distintas en una misma deidad: glorificado seáis por toda la eternidad. Amén. Viva JESÚS' y su Purísima Madre María Santísima.
Al venerable siervo de Dios Fr. Antonio de Linaz de Jesús María, misionero apostólico fundador del colegio de misioneros de Querétaro, en las Indias y de otros en España, del Seráfico orden de N. P. S. Francisco, que murió en la corte de Madrid con grandísima opinión de santidad, el año de mil seiscientos noventa y tres, a veinte y nueve de junio dia de los santos apóstoles san Pedro y san Pablo á las ocho dé la mañana, le reveló la Santísima Virgen María reina de los ángeles y hombres en varias ocasiones: que le habia concedido la santísima Trinidad que á cualquiera de sus devotos que tuviese devoción de rezar las tres Ave Marías y un gloria patri, en honra de la santísima Trinidad por el singular beneficio que la hizo en preservarla de la mancha del pecado original en el primer instante de su concepción, los miraría con especialísimos ojos, y usaría con ellos de su misericordia, los favorecería en vida y en la muerte, les daría singulares ausilios con que salgan de sus culpas y\ hagan verdadera penitencia, los libraría de los peligros de mar y tierra, los defendería de las asechanzas del Demonio, y no les negaría ninguna cosa que les pidan por intercesión de María Santísima, cómo sea conveniente para el servicio de Dios y bien de sus almas. Y que de las cosas temporales les daría lo necesario para pasar la vida con decencia,según el estado de cada uno, y que seria admirable con ellos su providencia; y finalmente, le concedió que hallarían en esta devoción el remedio de todas sus necesidades, si con fe, fervor y devoción las rezase; y que sobre todo, les haria María Santísima especiales favores á todos aquellos que publicasen ó estendiesen esta devoción en las almas, por que quería el altísimo Señor, mediante ella, usar de sus misericordias con los hombres, y que todos hallasen el remedio en ellas. Esta devoción la declaro María Santísima muchas veces, para que la usase el venerable padre; pero con especial dad ocho meses antes de su muerte: en el de Noviembre de mil seiscientos noventa y tres, le mandó que la publicase y estendiese, por que era su voluntad, la de su Hijo, y la de toda la Santísima Trinidad. Y aunque prometió estos favores a todos los que rezaren las tres Ave Marías en el modo y estilo que las dice la santa Iglesia católica; pero por cuanto be gloiria al Padre Eterno de tenerla por Hija, el divino Hijo de tañerla por Madre y el Espíritu Santo por Esposa, y toda la Santísima Trinidad por temp'o y sagraiio, y que también de esto recibe Maria Santísima especial gozo y gloiia accidental, dijo que la daria grande gozo y alegría, honra y'gloria, al que las rezasen en la forma siguiente; por lo cual les baiia, sobre todos los dichos especialísimos favores. PRIMERA AVE MARÍA, Dios te salve María Santísima) [Hija de Dios Padre, Virgen Purísima, antes del parto. 27 Dios'te salve María, llena de gracia, el Señor es contigo: bendita tu entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Jesús. SEGUNDA AVE MARÍA. Dios te salve. María Santísima, Ma- dre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto. Dios te salve María, llena de gracia, el Señor es contigo: bendita tu entre las ni üff eres, &c. TERCERA AVE MARÍA. Dios te salve, ¡María Santísima, Espo. sa del Espíritu Santo, Virgen Purísi- ma, después del parto. Dios te salve, María llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tu entre las mugeres, &c. Dios te salve, María Santísima tem- 28 * ploy sagrario déla Santísima Trinidad Gloria Patri, et Filio, et Espíritu i Sancto, sicnt erat in principio et mine et semper 9 et in saecida saeculornm. Amén. Dios te salve, María Santísima, Ma- dre y Señora nuestra, concebida en gracia en el primer instante de tu ser natural. Amen. ORACIÓN DEVOTÍSIMA. a la Santísima Trinidad, ofreciéndole ... v estas tres Ave JM arias. ¡ ¡O- Trinidad beatísima, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y uu solo Dios verdadero! Yo criatura tuya, te confieso, te adoro y te amo con todo mj corazón, y te presento y of'res- co humildemente estas tres Ave Marías para honor, alabanza y «lona de tu ad- mirable, Santísima y augustísima Trini- dad, á quien sea dada toda honra, co- mo á Señor, Santo, bueno y digno de 29 todo amor, y en nacimiento de gracias porque criaste á María Sanísima, y porque la escogiste para Madre de Verbo; y para esto la preservaste del pecado original, y la adornaste de gra- cia, de virtudes y dones sobre toda criatura. Por ella, Señor, por el consen- timiento que dio parala Encarnación del Verbo en sus purísimas entrañas, por la leche de sus pechos con que lo crió y alimentó, v por el amor ardienti^ mo con que hi¿o todo esto; por la vo- luntad con que lo entrególa la. pasión y á la muerte para redimir al mutíoo; por la compañia que le hizo en él; y por los dolores que sintió, viéndole padecer, finalmente, por los servicios que te hi- zo en toda su vida; y por la voluntad con que por Último quiso mom por conformarse con su Santísimo Hijo, y por imitarle; y por el agrado que te Sió en esto, te pido Señor, que ten- Mi 30 gas misericordia de mi, y no me con- denes al infierno, como lo merezco por mis culpas, sino que me valga tu misericordia y ia preciosísima Sanare de Cristo y sus méritos, y por ellos me des verdadero dolor dé mis peca- dos en esta vida, y en la muerte el perdón de ellos y ía saltación de mi alma, para que en tu gloria eternamen- te te ame, te goce y alabe tus miseri- cordias. Amén. ALABADO. Alabemos y enzalcemos á la soberana amante Unidad incomprensible, y Trinidad inefable. A la divina suprema Magestad de magestades, Una en todas tres personas, y en estas las tres iguales. A la primera que es Dios, supremo y eterno Padre, no engendrado de otro alguno, óü 1 31 pues de si su origen trae. J Hijo Dios verdadero, también hombre en nuestra carne, Verbo, que en conocimiento abetemo, engendró el Padre, al Espíritu divino Dios también y amor suave, que Hijo y Padre al entenderse, producen con solo amarse. k toda la Trinidad, cuya fé y verdad constante, nuestro corazón se ofrece á confesar con su sangre. L quien por todos los siglos y eternidad perdurable, gloria, alabanza y honor sus criaturas le canten. SEÑOR Y DIOS MIÓ, vuestro nombre sacrosanto sea en todo el orbe bendito, y todos con dulce canto digan levantando el grito: jó Dios Santo, Santo, Santo. 32 ' Su exelencia lllma. concedió ochen- tu dias de indulgencia á los que dijeren esta jaculatoria, y otros ochenta yor el Trisagio siguiente. SANCTUS DEUS, SANCTUS FORTIS, SANCTUS IMMORTALIS MISERERE NOBIS. El Ecsmo. é limo. Sr. Arzobispo de México concedió ochenta dias de indvl- genciaj)or cada vez que se reze devota- mente esta jaculatoria. En loa cielos y en la tierra sea para siempre alabado el corazón amoroso de Jesús Sacramentado: i 84 £^q LAUS DEO.