Obama da marcha atrás a su polémico plan de imposición de anticonceptivos y abortivos
Cuarenta asociaciones protestantes y judías se suman a la resistencia católica contra Obama
2 de febrero de 2012 Pablo Ginés/ReLAsambleas de Dios (pentecostales), la Asociación Nacional de Evangélicos y la Convención Baptista del Sur suman millones de cristianos pro-vida y pro-familia que se niegan a financiar abortifacientes a sus empleados.
Cuarenta asociaciones religiosas
norteamericanas, protestantes casi todas pero también algunas
judías, han firmado una carta conjunta al
presidente norteamericano, Barack Obama,
con un mensaje que repiten enfáticamente: "no son
sólo los católicos los que ponen objeciones a la exigencia de
que los planes de salud cubran anticonceptivos que incluyen
algunos abortifacientes".
"Le escribimos específicamente como organizaciones y
líderes que no forman parte de la comunidad católica. No
escribimos en oposición a los líderes y organizaciones
católicas; más bien, escribimos en solidaridad con ellos, pero
de forma separada, para recalcar que las organizaciones
y líderes religiosos de otras fes también estamos profundamente
preocupados y opuestos a la normativa y las estrechas
exenciones", se lee en la carta.
Baptistas, evangélicos y pentecostales
Entre las entidades más importantes que firman
la protesta están tres grupos que suman muchos millones de
cristianos pro-vida y pro-familia: Asambleas de Dios (pentecostales),
la Asociación Nacional de Evangélicos y la Convención
Baptista del Sur. Además firman también la potente
asociación interdenominacional y pro-familia Focus on
the Family, la Asociación Evangélica Hispana,
la Iglesia Wesleyana (y sus universidades), Evangelicals
for Social Action, gran cantidad de universidades
baptistas, evangélicas, menonitas y protestantes en general y
diversos apostolados sociales protestantes. Se sumán también
dos entidades judías: la Unión de Congregaciones
Judías Ortodoxas de América y la asociación Agudath
Israel of America.
La carta reconoce que "no todos los firmantes compartimos
las mismas convicciones sobre la aceptabilidad moral de esos
servicios obligatorios", así que se centran en lo que todos
comparten: la norma que permite "excepciones" a
"empleadores religiosos" define mal lo que es un
empleador religioso, de forma que casi nadie lo sería según esa
norma.
Entidades religiosas, también sin denominación
Además, no quieren un arreglo en el que se
consideren exentas solo las entidades afiliadas a una
denominación, puesto que muchas entidades cristianas de
caridad, educación o asistencia social son ecuménicas,
interdenominacionales o no denominacionales,
remitiéndose a valores cristianos comunes y compartidos. Ponen
también el ejemplo del Centro Comunitario Judío de Lancaster,
que aunque no estaba ligado a ninguna sinagoga concreta
compartía una serie concreta de valores religiosos judíos y la
ley lo reconocía como "organización religiosa".
"Señor Presidente, hay organizaciones religiosas
más allá de la comunidad católica con profundas objeciones
morales a la exigencia de que los planes de seguros
cubran abortifacientes. Son organizaciones religiosas, más allá
de la comunidad católica, que ponen objeciones a las estrechas
exenciones actuales, que las ponen fuera de la definición de
empleadores religiosos", insisten.
"Creemos que el gobierno federal está obligado por la
Primera Enmienda a acomodar las convicciones religiosas de
organizaciones basadas en la fe de todo tipo, católicas y no
católicas", añaden, y piden que se amplíe la exención a
la norma a los empleadores religiosos, sus empleados y
estudiantes.
No hablan de la objeción de particulares
Sin embargo, la carta no dice nada sobre la objeción de conciencia de los empresarios que, sin ser una organización religiosa, también se quieran negar por razones éticas o religiosas a financiar estas prácticas inmorales, un tema que los obispos católicos sí están poniendo sobre la mesa: no solo colegios u hospitales, también empresarios deberían poder evitar que les obliguen a pagar abortos y anticoncepción.
Los católicos, vistosos y organizados
Por el momento, la oposición católica es más
vistosa ante los medios que la de las otras confesiones. Para
empezar, cada día son más los obispos católicos que se
manifiestan públicamente en la prensa regional o en sus
publicaciones: en la noche del 1 de enero ya eran 135
obispos, que representan al 70% de las 187 diócesis con pastor (hay
unas cuantas temporalmente vacantes).
Sus pronunciamientos no solo han sido rotundos y muy indignados,
sino que al menos 65 han ordenado que sus protestas y
llamamientos a la resistencia civil se lean solemnemente en las
misas dominicales de cada templo, parroquia o capilla.
Esta es una capacidad de organización y una respuesta rotunda
que las organizaciones protestantes tardarán en alcanzar.
"Habrá un frente unido"
El especialista en bioética médica y en "guerras culturales" del Discovery Institute, Wesley J. Smith, cree que "las otras religiones se sumarán a la Iglesia Católica en los tribunales y en la oposición que va a venir. Proteger las libertades civiles es asunto de todos. Pienso que los líderes religiosos saben que si se puede forzar a los católicos a violar su dogma ahora, o a que abandonen su tarea pública y caritativa, eventualmente también a ellos se lo harán, en otros contextos. En este sentido, creo que habrá un frente unido que incluirá también a judíos y musulmanes. Creo que la legitimidad de esta norma llegará al Tribunal Supremo".