Obama da marcha atrás a su polémico plan de imposición de anticonceptivos y abortivos
El gobierno de Obama sólo permite difundir una versión censurada del llamamiento de los obispos a desobedecer la ley Obamacare
Lunes, 6 de febrero de 2012 ReL Pablo Ginés
El pasado domingo, los obispos de medio
centenar de diócesis católicas de EEUU hicieron que se leyera
en público en todas sus parroquias su nota contra la norma de la
administración Obama que obliga a los empleadores (también a
entidades católicas) a pagar abortos, anticoncepción y
esterilizaciones.
El arzobispo castrense, Timothy Broglio, también ordenó a sus
capellanes que lo leyesen en las misas de las capillas y
servicios militares.
Pero la Oficina del Jefe de Capellanes del Ejército (que no
implica solo a los católicos, sino también a los capellanes
protestantes, judíos, musulmanes o neopaganos) lo impidió,
enviando un e-mail a los capellanes jefes diciéndoles que la
carta del arzobispo "no está coordinada con la
oficina" y pedía que no se leyese desde el púlpito. La
Oficina de Jefe de Capellanes pedía que simplemente se
mencionase esta carta en los anuncios y que se entregase impresa
al salir de misa.
"No podemos cumplir esta ley injusta"
Y es que la carta del arzobispo Broglio citaba muchos párrafos
"potentes" del llamamiento conjunto de la Conferencia
Episcopal. "No podemos cumplir esta ley injusta y no lo
haremos", decía el texto de los obispos, desafiante contra
la ley de Obama. Es un lenguaje que en el ámbito militar suena
forzosamente problemático.
Con todo, el arzobispo castrense protestó al Ejército. ¿Acaso
no tiene libertad para predicar y comunicar lo que quiera a sus
fieles? Broglio recordó que hay precedentes legales a favor de
esta libertad religiosa y también libertad de expresión, no
solo del arzobispo, sino de cada capellán y sus fieles.
Finalmente, el arzobispo castrense y el secretario del Ejército,
John McHugh, llegaron a un acuerdo. McHugh reconoció que fue un
error impedir la lectura de la carta del arzobispo. Pero el
arzobispo retiró la frase "no podemos
cumplir esta ley injusta y no lo haremos",
a sugerencia de McHugh, ya que podía entenderse
"erróneamente" como una llamada a la desobediencia
civil.
Sólo permitieron que se entregase en mano al terminar la
misa.
"Al Ejército le preocupaba que la carta usase lenguaje que
se podía malinterpretar en un contexto militar", aseguró
un portavoz del Ejército al National Review Online. "El
Ejército aprecia la consideración del arzobispo de la
perspectiva militar y está satisfecho con la resolución
acordada".
La administración ¿retoca homilías?
Aunque se puede pensar que el arzobispo ganó la batalla (ya que
se le reconoció la libertad de expresión y religiosa, y si
quitó esa frase fue como una concesión) hay comentaristas que
prefieren ver el vaso medio vacío. "O sea, que no solo les
dicen a los capellanes que no lean la carta, ¡sino que un
oficial de la administración Obama edita una carta pastoral!
¿La gente no cruzó un charco del tamaño de un océano para
librarse de cosas así?", escribe Kathryn Jean López en el National Reviewer Online, denunciando la intromisión de la administración en
un servicio religioso.
Un 80% de obispos en pie de guerra
Cuando han pasado casi siete días desde que se leyeron en las
parroquias norteamericanas las cartas de los obispos llamando a
los fieles a oponerse a la norma de sanidad (la llamada
"Obamacare"), ya son 153 los obispos con diócesis a su
cargo que se han manifestado públicamente contra esta ley. Más
del 80% de las 183 diócesis que no están vacantes actualmente
en el país.
También han protestado contra esta norma 40 entidades protestantes y judías y los obispos ortodoxos de América del Norte.