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Urkullu sitúa en enero de 2013 al batasuno Jonan Fernández al frente de la nueva área de paz y convivencia tras consultar con expertos en reconciliación

D. Noti Humberto Unzueta - Lunes, 28 de enero de 2013

El Consejo de Gobierno de mañana nombrará oficialmente a Jonan Fernández al frente del área de paz y convivencia, cuyas diferentes secciones estarán concentradas en una única estructura dependiente de Lehendakaritza. El nombramiento y la nueva composición del área adquieren relevancia a la luz del escenario abierto tras el anuncio de la ETA en octubre de 2011 del abandono de sus acciones violentas. La gestión del final de la banda, cuya disolución y desarme está aún pendiente, es una de las tareas a las que se ha comprometido el lehendakari.

Como adelantó este diario el pasado día 17, Iñigo Urkullu asumirá en persona la gestión de la nueva área en la que se incluirán los diferentes ámbitos de pacificación, convivencia y memoria, hasta ahora diseminados en varias direcciones y consejerías. Fuentes consultadas señalan que esta concentración en una sola estructura busca dotar de mayor unidad y coherencia a las iniciativas que el Ejecutivo vasco prevé poner en marcha durante la legislatura en el ámbito de lo que se denomina como consecuencias de la violencia, es decir, víctimas y memoria, política penitenciaria y reconciliación.

El lehendakari situará a Jonan Fernández en un lugar preeminente en el organigrama del área que se encargará de los asuntos relacionados con la pacificación y la convivencia, en el que se incluirán las políticas sobre Derechos Humanos, la atención a las víctimas del terrorismo y otras cuestiones relacionadas con las políticas de paz, memoria y reconciliación. Hasta ahora todas estas unidades han estado dispersas bajo diferentes departamentos y responsables, por lo que algunas de ellas decaerán a corto plazo.

La Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo desaparecerá como tal y no dependerá de la consejería de Interior del Gobierno vasco, como había sucedido desde su creación en 2002 bajo el mandato del entonces lehendakari Juan José Ibarretxe. En la década transcurrida ha estado dirigida por Maixabel Laxa, que a finales de octubre anunció su abandono de la función pública.

Otra de las figuras que puede decaer con el nuevo Gobierno será el Comisionado por la Paz y la Convivencia, instituido en el tramo final del mandado del anterior lehendakari y que recayó en el socialista Jesús Loza. Patxi López le encomendó la ejecución de las políticas en materia de convivencia y superación de las consecuencias del terrorismo en la CAV, así como llevar las relaciones ordinarias con el Gobierno español y con otras instituciones para el logro de esos objetivos.

El lehendakari pretende dotar de mayor unidad y coherencia a la gestión en memoria, víctimas, pacificación y DDHH

La tercera pata del entramado de paz y convivencia es la dirección de Derechos Humanos, dependiente hasta ahora del Departamento de Justicia y cuyo responsable aún se desconoce. En este capítulo ha estado incluido el Instituto de la Memoria. El primer paso para su creación fue aprobado el año pasado por el Parlamento Vasco con el respaldo mayoritario de PNV, PSE, Ezker Anitza y los tres parlamentarios de Aralar que meses después abandonaron la formación por discrepancias con el sector oficial en torno a la Ponencia de Paz. PP, el restante parlamentario de Aralar, EA y UPyD se opusieron a la iniciativa. Esta institución abarcaría en su ámbito de actuación el terrorismo, la represión de la dictadura, la Guerra Civil española y los excesos policiales en el contexto de la lucha antiterrorista.

La designación de Jonan Fernández al frente del área de pacificación, convivencia y derechos humanos se produce tras una intensa ronda de contactos que el lehendakari ha llevado a cabo personalmente con expertos en el campo de la resolución de conflictos, reconciliación y memoria, a los que ha recabado su opinión de cara a conformar la estructura, metodología y el equipo del área.

Acuerdo dialogado

El actual director de Baketik sería la cabeza visible de un equipo que previsiblemente se dará a conocer en los próximos días. Jonan Fernández (Tolosa, 1962) fue concejal de Herri Batasuna en su localidad natal entre 1987 y 1991. Posteriormente asumió la portavocía de la coordinadora ecologista Lurraldea que durante años abogó por un recorrido alternativo a la autovía de Leizaran que une Guipúzcoa con Navarra, contra la que la ETA atentó en varias ocasiones. La plataforma fue una de las responsables del acuerdo final dialogado en 1992, lo que le llevó a su vez a trasladar esta metodología al propio conflicto, dando origen a la coordinadora por la paz y el diálogo Elkarri, junto con Víctor Aierdi y Gorka Espiau.

Tras catorce años de andadura, Elkarri echó la persiana y dio paso a Lokarri, la red que, entre otros agentes, impulsó la Conferencia de Aiete de 2011, previa a la declaración de la ETA en la que anunció el final de su ciclo armado y violento. En los últimos seis años, Fernández está al frente de la fundación Baketik, con sede en el complejo de instalaciones del Santuario de Aranzazu. En este tiempo ha dinamizado y promovido numerosos encuentros entre movimientos pacifistas y partidos políticos y se ha convertido en una de las referencias a consultar en mediación de conflictos.

Fernández compareció por última vez en público hace dos semanas en Donostia en nombre de Baketik y propuso un trabajo conjunto entre ayuntamientos y centros educativos para impulsar una nueva cultura de convivencia. Advirtió asimismo del "riesgo de olvido" del pasado y apostó por consolidar la paz,y "reparar los desgarros del pasado".