El Rey don Juan Carlos avala la política y la figura de José Luis Rodríguez Zapatero

Libertad Digital. Domingo, 11-05-2008

Don Juan Carlos en unas declaraciones que suponen un espaldarazo al presidente del Gobierno en activo lo definió como un "ser humano íntegro", "muy honesto" y "que no divaga". "Él sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué hace las cosas", añadió cuando una periodista de El Mundo le pidió tras la entrega del Premio Cervantes que hablara de Zapatero. ". Unas declaraciones que suponen el aval del Rey a la política y la figura de José Luis Rodríguez Zapatero.

Minutos antes de que encabezara la entrega del Premio Cervantes, Mercedes Ibaibarriaga, periodista de la revista dominicial Magazine que edita El Mundo, arrancó al monarca la apreciación que de José Luis Rodríguez Zapatero tiene: "Es un hombre muy honesto. Muy recto. Que no divaga (...) Es un ser humano íntegro".  

Y es que Ibaibarriaga es la autora del reportaje principal que el dominical publica sobre "el Zapatero humano, la persona que la inmensa mayoría de los españoles desconoce o sólo vislumbra". Según cuenta El Mundo, la "revelación insólita" tuvo lugar en la Universidad de Alcalá de Henáres.  

Saltándose el protocolo que rodea al Rey, la periodista le abordó: "Majestad, ¿me permite hacerle una pregunta?". "Dime, dime", le contestó Don Juan Carlos. "Estoy preparando un reportaje sobre el presidente Zapatero. ¿Podría darme, por favor, su opinión sobre él, como persona?". Entonces vino lo inédito: "Sí. Es un hombre muy honesto. Muy recto. Que no divaga. O sea, la gente cree que hace cosas así... como divagando –levanta entonces la mano y la mueve de un lado a otro–, pero no hay nada de eso. Él sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las cosas. Tiene profundas convicciones. Es un ser humano íntegro".   La periodista le señala a Don Juan Carlos que "sin embargo, le siguen considerando un enigma". "Bueno –contesta el monarca en tono jocoso– quizá por la forma de las cejas, el gesto, los ojos, esa sonrisa particular... Pero lo importante es el valor de lo que hay detrás de todo eso: un hombre recto".  

La breve conversación no termina aún cuando Ibairriaga se despide del Rey con un "gracias, majestad". Don Juan Carlos le dice "nada, nada" y le desea suerte: "¡Que te salga bien el reportaje!". En la entrega del Premio Cervantes al poeta argentino Juan Gelman, el monarca le confiesa al presidente: "He hablado de ti".

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El Rey no puede "poner de manifiesto jamás sus simpatías o sus animadversiones y repulsas", recordaba el propio rey en una carta a su hijo fechada en enero de 1985

Libertad Digital. Domingo, 11-05-2008

Las declaraciones de Don Juan Carlos sobre el presidente del Gobierno rompen el obligado silencio del Rey respecto a posiciones, partidos y dirigentes políticos. Así lo recordaba el propio monarca en una carta a su hijo fechada en enero de 1985 y enviada cuando Don Felipe estudiaba en Canadá: El Rey no puede "poner de manifiesto jamás sus simpatías o sus animadversiones y repulsas".

En un libro publicado recientemente, "El Príncipe y el Rey", se publicaron un total de diez cartas con consejos de Don Juan Carlos a su hijo durante la estancia de éste en Canadá. La propia Zarzuela admitió la veracidad de su contenido tras manifestar su "sorpresa" por la divulgación de unas misivas personales.   El contenido de una de ellas es revelador y refleja hasta qué punto es sorprendente que Don Juan Carlos se haya expresado en términos tan elogiosos sobre el presidente del Gobierno.   Con fecha del 12 de enero de 1985, la carta recogía un consejo del monarca respecto a la necesidad de discreción en asuntos políticos: "El Rey no puede inclinarse decididamente por una opción política determinada, ni poner de manifiesto jamás sus simpatías o sus animadversiones y repulsas (...) El Rey ha de estar con todos los partidos políticos en general y con ninguno en particular".   A la vista de las declaraciones reveladas por el diario El Mundo, Don Juan Carlos ha roto con sus palabras una norma que el propio monarca consideraba, en su momento, fundamental.