HISTORIA UNIVERSAL
Calentamiento global y cambio
climático
925 millones de personas padecen hambre crónica en 2010, 98 millones menos que en 2009, según la ONU
Son los que tienen menos de un dólar al día para vivir
DN AGENCIAS. Roma (Italia) Martes, 14 de septiembre de 2010
Unos 925 millones de personas sufren este año hambre crónica, 98 millones menos que en 2009, aunque sigue siendo una cifra "inaceptablemente alta", según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, señaló este martes en Roma, donde esta organización tiene su sede, que "cada seis segundos muere un niño por problemas relacionados con la desnutrición", de manera que "el hambre sigue siendo la mayor tragedia y el mayor escándalo del mundo". "Esto es absolutamente inaceptable", añadió.
En este sentido, Diouf advirtió en Roma de que la dimensión del problema del hambre "hace que sea extremadamente difícil alcanzar no sólo el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), sino también los demás ODM". Los ODM son ocho metas fijadas por la ONU en el año 2000 que se quieren alcanzar en 2015, y la primera de ellas es "erradicar la pobreza extrema y el hambre".
El objetivo de reducir el hambre a nivel internacional corre "un grave peligro", ya que, según Diouf, su consecución se está viendo amenazada por el reciente incremento en los precios de los alimentos.
Por su parte, la directora ejecutiva del PAM, Josette Sheeran, destacó que "la acción enérgica y urgente de los países y del mundo ha sido eficaz contribuyendo a detener estas cifras galopantes del hambre", pero también afirmó que "no es el momento de relajarse". "Debemos seguir haciendo huir al hambre para garantizar la estabilidad y proteger la vida y la dignidad" de las personas, subrayó.
El dato sobre el número de personas hambrientas en 2010 aparece en el informe anual 'El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo', que van a publicar la FAO y el PAM este mes de octubre de 2010. El del año pasado cifraba en 1.023 millones las personas con hambre crónica.
Parte del contenido del informe se ha adelantado de cara a la cumbre que se va a celebrar en Nueva York la semana que viene (del 20 al 22 de septiembre) para intentar acelerar los avances hacia los ODM.
CAUSAS DE QUE HAYA MENOS HAMBRIENTOS
El estudio atribuye en gran medida la reducción del número de hambrientos para este año a las previsiones de crecimiento económico, especialmente en los países en vías de desarrollo, y a la bajada de los precios de los alimentos registrada desde mediados de 2008. En este contexto, indica que el reciente aumento de estos precios en 2010 hará más difícil la lucha contra el hambre.
El ODM 1 consiste en reducir a la mitad la proporción de personas hambrientas de 2000 a 2015, es decir, pasar de un 20 a un 10 por ciento. Pero a cinco años de esa fecha, la proporción se sitúa actualmente en un 16 por ciento.
Durante una Cumbre Mundial sobre Alimentos celebrada en 1996 se estableció por primera vez una meta cuantitativa para hacer disminuir la cantidad de personas hambrientas, de casi 800 millones en 1990-1992 a unos 400 millones en 2015. Para alcanzar esa meta habría que reducir el número de hambrientos en más de 500 millones durante el próximo lustro.
Según la FAO, el hecho de que históricamente el número de personas desnutridas haya seguido aumentando incluso en periodos de gran crecimiento económico y precios relativamente bajos demuestra que el hambre es un problema estructural.
Por lo tanto, a su juicio "queda claro que, aunque es esencial, el crecimiento económico no es suficiente para eliminar el hambre en un periodo de tiempo aceptable". Con todo, Diouf destacó que "hay historias de éxito en África, Asia y Latinoamérica", unas experiencias que, en su opinión, se deben extender e imitar.
Respecto a 2009, el informe prevé para este año una reducción de un 9,6 por ciento en la cifra de personas con hambre crónica, una disminución que se nota especialmente en Asia --donde se estima que habrá 80 millones de hambrientos menos--. En cambio, en el África subsahariana la mejora es bastante menos notable --unos doce millones menos que en 2009--, y una de cada tres personas seguirá estando desnutrida.
EL HAMBRE POR REGIONES
Otros datos importantes del estudio hacen referencia a la distribución geográfica del problema del hambre. Por ejemplo, dice que dos tercios de las personas que sufren desnutrición se concentran en sólo siete países: Bangladesh, China, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia y Pakistán.
La región donde hay más personas con desnutrición sigue siendo la de Asia y el Pacífico, con 578 millones, si bien la región más afectada en proporción con el número de habitantes que tiene continúa siendo el África subsahariana, con 239 millones (un 30 por ciento).
Los avances que se han hecho también varían según el país. Así, entre 2005 y 2007, Congo, Ghana, Malí y Nigeria ya habían conseguido el primer ODM, y Etiopía y otros países están cerca de lograrlo. Sin embargo, en República Democrática del Congo, la proporción de personas desnutridas se elevó a un 69 por ciento.
En Asia, Armenia, Birmania y Vietnam también cumplieron el primer ODM, y China está a punto de hacerlo. Por último, en la región de Latinoamérica y el Caribe lo consiguieron Guyana, Jamaica y Nicaragua, y Brasil se está acercando a la meta.
El año pasado, Diouf lanzó la "campaña mil millones de hambrientos" con el fin de animar a los dirigentes mundiales a que tomen medidas firmes y urgentes para acabar con el hambre. Hasta ahora, más de medio millón de personas han firmado una petición en Internet en la que se insta a los políticos a que conviertan la reducción del hambre en su máxima prioridad, y se espera que para finales de este año sean un millón.
La vicepresidenta del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), Yukiko Omura, recalcó que "los hambrientos del mundo no son sólo cifras", sino que "son personas, hombres y mujeres pobres que luchan por educar a sus hijos y darles una vida mejor, son jóvenes que intentan construirse un futuro".
"Es irónico que la mayoría de ellos vivan en zonas rurales de países en vías de desarrollo. Además, el 70 por ciento de las personas extremadamente pobres, quienes viven con menos de un dólar al día, residen en zonas rurales. Son mil millones de personas y, de entre ellas, cuatro de cada cinco son campesinos", precisó.
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Los hambrientos en el mundo son más de 1.020 millones de personas en 2009
DN. AGENCIAS. Roma (Italia) Miércoles, 14 de octubre de 2009
La combinación de la crisis económica con la crisis alimentaria ha provocado que la cifra de hambrientos en el mundo haya alcanzado los 1.020 millones de personas, según revela un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Programa Mundial de Alimentos (PAM) publicado este miércoles, 14 de octubre de 2009, con motivo de la celebración, el próximo viernes, 16.10.2009, del Día Mundial de la Alimentación.
"El aumento del número de víctimas del hambre es intolerable", aseguró el director general de la FAO, Jacques Diouf. "Tenemos los medios técnicos y económicos para hacer desaparecer el hambre, lo que falta es voluntad política para erradicarla", afirmó, citado en un comunicado del organismo que dirige.
Diouf también indicó que la clave es invertir en agricultura en los países en desarrollo, "ya que un sector agrícola saludable es esencial no sólo para vencer al hambre y la pobreza, sino también para asegurar un crecimiento económico generalizado y la paz y estabilidad en el mundo".
"Los líderes mundiales reaccionaron con contundencia a la crisis económica y financiera y lograron movilizar miles de millones de dólares en un plazo de tiempo muy corto", denunció. "La misma acción enérgica es necesaria para combatir el hambre y la pobreza", aseveró Diouf.
El informe publicado por la FAO y por el PAM, 'El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo' señala que la práctica totalidad de las personas malnutridas vive en los países en desarrollo. Así, en la región de Asia Pacífico sufren hambre 642 millones de personas, en África subsahariana 265 millones, en Latinoamérica y el Caribe 53 millones, en Oriente Próximo y el norte de África 42 millones y en los países desarrollados 15 millones.
El documento, publicado en vísperas del Día Mundial de la Alimentación que se celebra el próximo 16 de octubre, detalla que el número de personas malnutridas ha aumentado de forma lenta pero constante a lo largo de la última década.
Entre 1995 y 1997 y 2004 y 2006, coincidiendo con un descenso sustancial de la ayuda oficial al desarrollo a la agricultura, el número de hambrientos se disparó en todas las regiones excepto en Latinoamérica y el Caribe, donde aumentó posteriormente esta cifra por la crisis económica y alimentaria.
Debilidad de la seguridad alimentaria
El aumento de víctimas del hambre durante ambos períodos de precios bajos y prosperidad económica y las bruscas subidas en períodos de precios altos y dificultades económicas demuestra la debilidad del sistema de gobernanza de la seguridad alimentaria mundial, según la FAO.
El informe indica que hay al menos tres factores que han coincidido para que la crisis actual sea tan devastadora para las familias pobres en los países en desarrollo. En primer lugar, la crisis afecta a gran parte del mundo de forma simultánea, por lo que se reduce la posibilidad de emplear mecanismos tradicionales de defensa como un mayor uso de la ayuda oficial al desarrollo o la petición de créditos.
En segundo lugar, la crisis económica llega tras una crisis alimentaria que ya ha debilitado las estrategias de supervivencia de los pobres. "Enfrentados al alza de los precios de los alimentos, la disminución de ingresos y tras haber reducido el consumo de alimentos y recortado gastos en aspectos esenciales como la atención sanitaria y la educación, estas familias corren el riesgo de caer aún más hondo en la trampa del hambre y la pobreza", asegura el documento.
El tercer factor que diferencia esta crisis de las anteriores es que los países en desarrollo se encuentran más integrados ahora --tanto a nivel financiero como comercial-- en la economía mundial que hace 20 años, lo que les convierte en más vulnerables a las fluctuaciones de los mercados internacionales.
Enfoque de doble vía
"Aplaudimos el nuevo compromiso para abordar la seguridad alimentaria, pero hay que actuar deprisa, es inaceptable que en el siglo XXI casi una sexta parte de la población mundial sufra hambre", denunció la directora ejecutiva del PAM, Josette Sheeran.
"En un momento en el que hay más personas hambrientas en el mundo que nunca, hay menos ayuda alimentaria de la que se visto jamás. Sabemos lo que se necesita para cubrir las necesidades urgentes, sólo nos faltan los recursos y el compromiso internacional para hacer el trabajo", lamentó.
La FAO y el PMA continúan defendiendo un enfoque de doble vía para hacer frente la gravedad del hambre aguda a corto plazo --provocada por la escasez de alimentos-- y el hambre crónica a largo plazo, que es sintomática de la extrema pobreza, como forma de alcanzar soluciones duraderas.
"Los pequeños campesinos necesitan acceso a semillas de alta calidad, fertilizantes, abonos y tecnologías para poder impulsar la producción y la productividad", subrayó Diouf. "Y sus gobiernos necesitan herramientas económicas y políticas para garantizar que los sectores agrícolas de sus países son a la vez más productivos y más resistentes frente a las crisis", concluyó.
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RRP. com. pe Perú, miércoles, 16 de septiembre del 2009
La responsable del organismo humanitario de la ONU advirtió de que el flujo de ayuda humanitaria se sitúa actualmente en ´un mínimo histórico´.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió hoy de que el número de personas que pasan hambre en el mundo ha superado este año, por primera vez en la historia, los 1.000 millones.
En una rueda de prensa celebrada en Londres, la directora del PMA, Josette Sheeran, cifró la cantidad de hambrientos en 1.020 millones, y alertó de que el flujo de ayuda humanitaria se sitúa actualmente en "un mínimo histórico".
"Este año tenemos más personas hambrientas que nunca", señaló Sheeran, quien hizo hincapié en que "muchas personas se despiertan (en el mundo) y no cuentan ni con una taza de comida".
A juicio de la responsable del organismo humanitario de la ONU, esa situación constituye una "receta para el desastre" y resulta "crítica para la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo".
La vulnerabilidad de muchas personas, explicó Sheeran, se ha agravado por "dos tormentas que han coincidido y están golpeando": la crisis financiera internacional y el encarecimiento de los alimentos.
Además, la directora del PMA hizo un "llamamiento urgente" al Grupo de los Ocho (G-8),- los siete países más industrializados y Rusia-, y el Grupo de los Veinte (G-20),- los países más ricos y emergentes-, para que atajen un problema que requiere algo más que "soluciones a largo plazo".
"Con la Asamblea General de Naciones Unidas y la cumbre del G-20 en Pittsburgh (Pensilvania, EEUU) en el horizonte, los líderes mundiales tienen una oportunidad ideal para poner el hambre en el mapa", remarcó el PMA en un comunicado.
Asimismo, Sheeran avisó de que el Programa Mundial de Alimentos afronta "un grave déficit presupuestario", pues este año sólo ha recibido 2.600 millones de dólares (1.779 millones de euros) de un total de 6.700 millones de dólares (4.585 millones de euros) necesarios para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países.
Sobre el terreno, esa falta de fondos se traduce en el recorte de programas que se están desarrollando en países como Guatemala, Kenia y Bangladesh.
La directora del PMA remarcó que, con "menos del uno por ciento" de las inyecciones económicas que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver la calamidad de millones de personas que son víctimas de la hambruna.
Pese a las adversidades, Josette Sheeran considera que "se puede derrotar al hambre", aunque esa victoria sólo se alcanzará "cuando el mundo se tome el hambre en serio". EFE
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Biocombustibles
Como señaló la FAO en un informe previo a la cumbre
terminada el 5.06.2008 en un fracaso, se estima que el
crecimiento previsto de la producción de biocombustibles en
2030, de no modificar las tendencias actuales, necesitará 35
millones de hectáreas de tierra, superficie que equivaldría a
España y Francias juntas. (ABC. Viernes, 6 de junio de 2008).
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TEREZA SÁNCHEZ VICENTE. 17.10.2006
Un total de 2.700 millones de personas, el 40% de la población mundial, viven en una situación de pobreza.
De ellos, 1.600 millones sobreviven con cerca de 1,25 euros diarios, y otras 1.100 millones viven en condiciones de pobreza extrema, con menos de 0,79 euros al día.
Además, 35.000 personas mueren de hambre cada 24 horas en un mundo en que el gasto medio por persona es de 13,4 euros diarios.
Los países ricos no han cumplido sus promesas (en relación con los ocho objetivos de desarrollo del milenio de Naciones Unidas, que deben alcanzarse en 2015).
De hecho, en 1990, la media de la ayuda destinada al desarrollo era el 0,33% del PIB de los países donantes; y hoy ha bajado hasta el 0,25%.
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El alza de precios eleva en 75 millones de personas los desnutridos y llegan a 923 millones de personas en 2007
18 de septiembre de 2008, Roma © FAO, 2008
El alza de precios de los alimentos ha llevado
a 75 millones de personas adicionales a una situación de
hambre, con lo que la cifra de población desnutrida en el mundo en
2007 se eleva a 923 millones de personas,
según informó hoy la FAO.
Los elevados precios alimentarios han invertido la tendencia
positiva para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM) de reducir a la mitad la proporción de personas
hambrientas en el mundo para 2015, según las últimas cifras que
acaba de hacer públicas la Organización de la ONU antes de la
sesión de la Asamblea General que la próxima semana repasará
la situación de los ODMs
Según la FAO, alcanzar la meta fijada en la Cumbre Mundial sobre
la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad
la cifra de hambrientos, es una posibilidad todavía más remota.
Las estimaciones de la FAO situaban la cifra de víctimas de
desnutrición crónica en el mundo en 2003-05 en 848
millones, con un incremento de 6 millones sobre los
842 millones de 1990-92, cifra que sirvió de
base para fijar las metas de la Cumbre Mundial sobre la
Alimentación.
El alza de precios de alimentos, combustible y fertilizantes no
han hecho más que agravar el problema, según la Organización
de la ONU. Los precios alimentarios subieron un
52 por ciento entre 2007 y 2008, y los de los
fertilizantes casi se doblaron el pasado año.
Tendencia preocupante
Los efectos devastadores del alza de
precios de los alimentos en la cifra de víctimas del hambre
agravan tendencias a largo plazo que son ya preocupantes,
señaló Hafez Ghanem, Director General Adjunto de la FAO para
Desarrollo Económico y Social. El hambre ha aumentado
mientras el mundo se hacía cada vez más rico y producía más
alimentos que nunca durante la última década, añadió.
Para los compradores netos de alimentos -donde se incluyen casi
todas las familias urbanas y una gran parte de las rurales-, el
alza de precios ha tenido un impacto negativo a corto plazo sobre
los ingresos y el bienestar familiar. Los más pobres
campesinos sin tierra y familias encabezadas por mujeres-
han sido los más afectados.
Estas tendencias negativas en la lucha contra el hambre ponen en
peligro los esfuerzos para alcanzar otros Objetivos de Desarrollo
del Milenio, según Ghanem.
Además de los devastadores costes sociales del hambre, la
evidencia empírica apunta a impactos negativos sobre la
productividad laboral, salud y educación, lo que en última
instancia lleva a un menor crecimiento económico en su conjunto.
El hambre es una de las causas de la pobreza, no es tan
solo una consecuencia, señala Kostas Stamoulis, economista
de la FAO. El coste económico del hambre -añade- en
términos de los recursos que se necesitan para combatir sus
efectos y de los ingresos perdidos suma cientos de miles de
millones de dólares anuales.
El efecto debilitador del hambre sobre la productividad de las
personas y sus ingresos conduce a un círculo vicioso, según
Stamoulis: la extrema pobreza conduce al hambre, que a su vez
hace perpetuarse la situación de pobreza
Salir del círculo vicioso del hambre
Reducir el número de personas hambrientas en
500 millones en los 7 años que quedan para 2015
requerirá un esfuerzo mundial resolutivo y de envergadura,
acompañado de acciones concretas, subrayó Ghanem.
Para romper el círculo vicioso del hambre y la pobreza, se
requiere actuar de forma urgente en dos frentes, según la FAO:
hacer que la población más vulnerable tenga acceso a alimentos,
y ayudar a los pequeños productores a aumentar su producción y
sus ingresos.
Este enfoque de doble vía de la FAO tiene como
objetivo crear oportunidades para que las víctimas del hambre
mejoren sus medios de subsistencia a través de la promoción del
desarrollo agrícola y rural. También incluye políticas y
programas, como las redes de apoyo social, que mejoran el acceso
directo e inmediato a los alimentos.
En diciembre de 2007 la FAO lanzó su Iniciativa relativa al
Aumento de los Precios de los Alimentos para ayudar a los
países vulnerables a poner en práctica medidas urgentes para
impulsar el suministro de alimentos y dar apoyo para mejorar el
acceso a los mismos.
La Iniciativa incluye proyectos de emergencia -previstos o en
ejecución- en al menos 78 países de todo el mundo. Entre las
actividades más urgentes figuran la distribución de semillas,
fertilizantes, piensos animales y otros insumos y aperos
agrícolas a los pequeños campesinos.
Se necesitan con urgencia inversiones con amplia base y a
gran escala para hacer frente de forma sostenible a los problemas
crecientes de inseguridad alimentaria, que afectan a los pobres y
a los hambrientos, según Ghanem. No existe un solo
país o institución que pueda resolver esta crisis por sí
solo, añadió.
Beneficio alto
Según la FAO, los países más golpeados por la actual crisis,
muchos de ellos en Africa, necesitarán al menos
30 000 millones anuales de dólares EE.UU. para
garantizar su seguridad alimentaria y reactivar sistemas
agrícolas que han sido descuidados durante mucho tiempo.
Pero la reducción del hambre tiene grandes beneficios, y
debería situarse como una de las prioridades del desarrollo,
insistió Stamoulis.
Disminuir la incidencia del hambre en el mundo mejorará
mucho las posibilidades de alcanzar los ODMs relacionados con la
reducción de la pobreza, educación, mortalidad infantil, salud
materna y enfermedades, explicó Stamoulis. El gasto
público en la reducción del hambre es una inversión con un
beneficio muy elevado, concluyó.
Contactos: Teresa Buerkle
Oficina de prensa, FAO/Ginebra teresamarie.buerkle@fao.org (+41) 22 917 2770 (+41) 78 900 43 93 (móvil) Oficina
de prensa, FAO FAO-Newsroom@fao.org (+39) 06
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HISTORIA Y EXTRAPOLACIÓN DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
Población de todos los países en 2010