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La Guardia Civil sale de la Conselleria de Economía en la que quedó bloqueada
El 20.09.2017 por la noche, el juez que investiga el 1-O llamó al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, para ordenarle que los agentes de la policía catalana abrieran un corredor de seguridad para permitir la salida de la comitiva judicial y de la Guardia Civil de la Consejería de Economía.
La secretaria judicial, avisó muy nerviosa al juez de que estaban asediados en el Departamento de Economía.
El juez ordenó al jefe de los Mossos garantizar la salida de la comitiva judicial de la sede de Economía
Los guardias civiles se negaron a dejar el edificio si no era por la puerta por la que habían entrado
EL PAÍS J. A. R Ó. L.-F. 21 SEP 2017 https://politica.elpais.com/politica/2017/09/21/actualidad/1505999172_971587.html
El juez Juan Antonio Ramírez Sunyer, que había ordenado los registros del miércoles en varias sedes de la Generalitat de Cataluña, llamó por teléfono al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, para conminarle que ordenase a sus agentes que montasen un dispositivo para permitir la salida de la comitiva judicial (guardias civiles, secretaria del juzgado y otro personal) que estaba rodeada por manifestantes independentistas en la sede de la Consejería de Economía, en Barcelona. Durante horas se produjeron momentos de tensión dentro y fuera del edificio, y discusiones entre mossos y guardias.
La llamada del juez a Trapero se produjo durante la tarde noche de ayer, después de que la secretaria judicial (letrada de la administración) le comunicase al magistrado telefónicamente, con gran nerviosismo, la imposibilidad de salir de las oficinas del departamento de Oriol Junqueras, como ha adelantado El Mundo y han confirmado fuentes de la investigación. En ese momento miles de manifestantes cercaban el inmueble.
Ramírez Sunyer ordenó a Trapero, que como responsable de la seguridad ciudadana y policía integral de Cataluña, pusiese los medios a su alcance para que la comitiva pudiera salir con seguridad y sin incidentes. Los Mossos tenían órdenes de "ser especialmente restrictivos y cuidadosos con el uso de la fuerza", según recogía un comunicado interno difundido por el propio Trapero a sus agentes, en el que se añadía que el uso de la fuerza "se limitara a aquellos casos en que se haya de garantizar la seguridad propia o de terceros y siempre que no haya otra opción menos lesiva".
En el momento de la llamada a Trapero, la comitiva judicial llevaba cercada casi todo el día y al menos cuatro de los vehículos de los guardias -tres del GRS de Zaragoza y un coche camuflado- habían sufrido graves desperfectos. De hecho, sobre las 12 del mediodía los agentes de la Guardia Civil que estaban a la puerta del edificio para evitar la entrada de personas durante el registro y custodiar los vehículos habían recibido la orden de refugiarse dentro del inmueble ante el cariz que estaba la manifestación y la ausencia de policías autonómicos para prevenir incidentes. Fuentes del instituto armado han mostrado su malestar por el gran retraso de los Mossos en montar un cordón alrededor del edificio para dar seguridad los registros.
Los guardias, además, habían acudido desprovistos de material antidisturbios, sin los cascos, petos o escudos, para mostrar que no estaban allí para garantizar la seguridad ciudadana, de la que esperaban que se responsabilizase la policía autonómica, que fue avisada el mismo miércoles de que se iba a producir ese registro. Era una decisión deliberada, ya que están recibiendo instrucciones verbales de conducirse con la máxima prudencia y evitando en sus actuaciones todo aquello que los independentistas puedan interpretarse como provocación, según insisten numerosas fuentes del instituto armado. Tampoco lucieron capuchas.
"Los Mossos tardaron mucho en llegar, aunque les avisamos con tiempo, lo que provocó que los manifestantes estuvieran totalmente pegados al edificio y fuera imposible salir", han explicado miembros del dispositivo de la Guardia Civil. Algunos agentes han difundido fotos de algún miembro de los Mossos fuera de servicio que incluso estaba participando en la manifestación junto al edificio.
Fuentes del instituto armado han explicado que tras la llamada del magistrado el mayor de los Mossos se puso manos a la obra, aunque informó al juez de que sería difícil hacerlo en un breve plazo de tiempo, de que llevaría al menos un par de horas y de que lo haría garantizando que no hubiera violencia en el exterior. Fue un proceso tan largo que un determinado momento de la noche la Guardia Civil llegó a lanzar un ultimátum: o la policía autonómica les abría un pasillo de seguridad para que pudieran abandonar el edificio o solicitarían a sus propios antidisturbios, que entonces estaban en Manresa, que acudiesen a facilitar su salida del edificio.
La respuesta de los Mossos fue, de nuevo, dar largas, lo que impidió que el último contingente de guardias civiles que participaron en el registro no pudieron salir hasta esta misma mañana. De hecho, en un primer momento los responsables de la policía catalana que se desplazaron hasta el edificio para organizar la salida propusieron que los integrantes de la comitiva judicial salieran por la azotea del edificio. Se llegó a plantear, incluso, la utilización de un helicóptero. Las fuentes consultadas aseguran que la secretaria judicial aceptó esa solución, mientras los agentes se negaron: alegaron que saldrían por la misma puerta por la que habían accedido.
Hubo un momento en que los Mossos incluso intentaron hacer un pasillo en el exterior para facilitar la salida de la comitiva, pero no fue posible ante la cerrada negativa de los manifestantes, lo que tensó la situación. Los momentos de tensión derivaron en cargas policiales que causaron algunos heridos entre los manifestantes. Los congregados arrojaron numerosos objetos a los Mossos.
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La noche
EL PAÍS EL PAÍS / AGENCIAS 21 SEP 2017
https://elpais.com/ccaa/2017/09/21/catalunya/1505953350_822740.html?rel=mas
La esquina de Rambla Catalunya y Gran Vía donde se ubica la Consejería de Economía de la Generalitat ha sido el lugar elegido como epicentro de las protestas callejeras en Barcelona durante la tensa jornada del miércoles en la que la Guardia Civil puso en marcha una operación contra los máximos responsables operativos del referéndum ilegaldel 1 de octubre con 14 detenciones y 41 registros. A sus puertas llegaron a reunirse hasta 40.000 personas, según fuentes de la Guardia Urbana. Los registros de estas dependencias se han dado por terminados casi 20 horas después del inicio. A las 7.15 de este jueves, los guardias las han abandonado escoltados por los Mossos d'Esquadra.
La noche ha sido intensa. Hacia la medianoche del jueves, aún permanecían medio millar de manifestantes en las inmediaciones pese a los llamamientos de los líderes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium para que "abandonasen las protestas hasta el día siguiente". Estos continuaron bloqueando el acceso frente a la Consejería de Economía y los Mossos d'Esquadra, desplegados en torno al inmueble, se abrieron paso entre los congregados para crear un perímetro de seguridad que permitiera a los agentes de la Guardia Civil abandonar el edificio de forma segura.Los momentos de tensión derivaron en cargas policiales que causaron algunos heridos entre los manifestantes. Después de los primeros enfrentamientos algunas personas resultaron heridas y una ambulancia se desplazó hasta el lugar para atender a una de ellas. Los congregados arrojaron objetos a los Mossos y hasta tres coches de la Guardia Civil ubicados en los alrededores quedaron muy deteriorados. Entre los destrozos hay ruedas pinchadas, cristales rotos y multitud de abolladuras. Sobre la 1.30 de la madrugada, los agentes consiguieron alejar las protestas de las puertas del edificio y algunos funcionarios, que permanecían en su interior, salieron entre aplausos y gritos de "no estáis solos".
Los Mossos tenían órdenes de "ser especialmente restrictivos y cuidadosos con el uso de la fuerza". El dictamen provenía de un comunicado interno difundido por el mayor de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, y al que tuvo acceso Europa Press en el que se añadía que el uso de la fuerza "se limitara a aquellos casos en que se haya de garantizar la seguridad propia o de terceros y siempre que no haya otra opción menos lesiva".
Pasadas las 3.00, un primer grupo de guardias civiles vestidos de paisano, formado por cinco personas, lograron abandonar las dependencias de la Consejería protegidos por los Mossos entre los gritos de los aún congregados. Mientras tanto, varias unidades de antidisturbios intervinieron nuevamente para dispersar la zona y ampliar el cordón policial en la entrada del edificio. Acto seguido, un par de agentes salieron de las instalaciones para comprobar el estado en el que se encontraban los vehículos y tomaron fotografías de los mismos. A las 7.15 le siguieron una quincena de uniformados, de forma que se han dado por terminados los registros en esta sede.
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El juez tuvo que llamar al mayor de los Mossos para ordenarle que garantizara la seguridad de la comitiva judicial
EL MUNDO MANUEL MARRACO 21 SEP. 2017 http://www.elmundo.es/cataluna/2017/09/21/59c3b10bca4741f2058b4608.html
Interior planea sustituir a los Mossos debido a su pasividad
Junqueras admite que las detenciones dificultan el 1-O: "Altera las reglas del juego"
Movilización de los secesionistas para acosar a los agentes
El juez de Barcelona que investiga el 1-O tuvo que llamar en torno a la medianoche de ayer al Mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, para ordenarle expresamente que activara de una vez el dispositivo de seguridad frente a la sede de Seguridad en la Consejería de Economía y permitir así la salida de la comitiva judicial, según han explicado fuentes jurídicas próximas a la investigación.
El magistrado Juan Antonio Ramírez Sunyer, tomó esta decisión tras comprobar que la letrada de la Administración de Justicia enviada por el juzgado llevaba horas esperando a poder salir con seguridad entre la multitud congregada para protestar por los registros y detenciones. Los Mossos que a lo largo de la tarde habían accedido a la sede de la consejería habían comunicado que estaban preparando el operativo, pero este seguía retrasándose.
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El número de concentrados ha ido disminuyendo conforme avanzó la noche y los Mossos han protegido a los agentes de la Benemérita en su salida
DN 21/09/2017 EP. BARCELONA
Los agentes de la Guardia Civil que han registrado la Conselleria de Economía durante todo el miércoles han salido en dos grupos a las 3 de la madrugada de este jueves y a las 7.15 de la mañana, protegidos por los Mossos d'Esquadra antidisturbios ante unas pocas personas que seguían concentradas.
Sobre la 1.30 de la madrugada, los Mossos empezaron a alejar de la fachada a los centenares de ciudadanos que seguían concentrados pese a que los líderes de la ANC y de Òmnium Cultural habían dado por acabada la movilización poco antes de medianoche.
Ha habido forcejeos entre la policía catalana y los activistas cuando mossos antidisturbios han establecido un perímetro ante el edificio para preparar la salida de los guardias civiles --antes han pedido por altavoz que la gente se apartara--.
UN HERIDO
Poco antes de las 2, una ambulancia se ha llevado a una persona que ha resultado herida durante el forcejeo con los antidisturbios --que ha incluido lanzamiento de objetos de los activistas y golpes de porra de los agentes--, mientras los concentrados se han tenido que mantener en la acera central de la Rambla de Catalunya.
Hasta que ha salido la media docena de guardias civiles de paisano, algunos de los movilizados han increpado puntualmente a los Mossos pero no ha habido más incidentes, y lentamente ha ido menguando la presencia de concentrados.
A las 3 han salido esa media docena de agentes y se han subido a coches sin logotipo policial, mientras los concentrados les han increpado y han tirado algún objeto.
Pocos minutos después de las 3, los Mossos han pedido por altavoz que la gente se apartara aún más y se han dirigido a los sentados para que se levantaran: los han ido apartando, aunque otros se iban sentando, pero también se les ha apartado, sin cargar contra ellos.
A las 3.20 ha quedado despejada la acera central de la Rambla de Catalunya frente a la puerta de la Conselleria, y el centenar de concentrados se ha ido quedando en unos 20 sobre las 6 de la mañana.
A pesar de ir menguando los concentrados, los guardias civiles que seguían en la Conselleria no se han ido; sólo alguno ha salido para comprobar el estado de los cuatro vehículos logotipados de Guardia Civil.
Al constatar que no podían irse en ellos por tener ruedas pinchadas y los vidrios con pegatinas, han avisado para que se los llevara la grúa --que han retirado tres hasta las 6.40 horas--.
A las 7.15 horas ha salido el resto de guardias civiles, una quincena.
Poco antes de medianoche, Jordi Sànchez (ACN) y Jordi Cuixart (Òmnium), subidos a un coche de la Guardia Civil, habían pedido que la gente volviera a sus casas.
Ambos dirigentes y los políticos que habían acudido se marcharon, pero se quedaron muchos movilizados.
Durante el miércoles llegó a haber 40.000 concentrados según cifras de la Guardia Urbana, y a mediodía la concentración ante la Conselleria se convirtió en un corte de la Gran Via, la calle con la que hace esquina el departamento, en la Rambla de Catalunya.