...HISTORIA DE ESPAÑA...........Crónica del siglo XXI.
Nace el futbolín 2.0 de la mano de emprendedores españoles y se llama Futboling
Empresa: Futboling Nombre: Nacho Escobar Web: www.futboling.com
LD Rocío Regidor 2012-10-13
¿Quién no ha jugado al futbolín alguna vez? Este artilugio,
presente en muchos bares y cafeterías de España, ha sido
desbancado de manera galopante por modernas máquinas de
videojuegos. Por eso, Nacho Escobar y Félix Lozano decidieron
reinventarlo y lograr que vuelva a estar presente en el ocio de
los jóvenes.
Futboling nació, además, con vocación social, de ahí su lema Fun
for a better Word (Pásalo bien mejorando el mundo).
El futbolín 2.0 permite realizar pequeñas
aportaciones económicas a diversas entidades humanitarias y
sociales mientras te diviertes jugando. Hablamos con Nacho, el
inventor del futbolín del siglo XIX.
Pregunta (P): ¿Cuándo se os ocurrió la idea?
Respuesta (R): Surge hace bastante tiempo,
aproximadamente cuatro años. Lo pasé bien jugando al futbolín
cuando era pequeño y en la universidad. Me daba pena ver cómo
hoy quiero jugar con mi hija y es cada vez más complicado
encontrar uno.
P: ¿Cómo se te ocurrió esta reinvención tecnológica
del tradicional futbolín?
R: Viendo cómo son actualmente las máquinas
recreativas y los videojuegos, eso es el siglo XIX, y el
futbolín tradicional parecía haberse quedado atrás. Futboling permite crear una
experiencia de diversión 2.0, ya que gracias a su conexión a
Internet se puede realizar una competición global a tiempo real
desde cualquier lugar del mundo.
P: ¿Cuáles son las principales diferencias del
futbolín tradicional?
R: Antes de empezar a jugar te identificas. Cuando le
metes la moneda te pide el teléfono móvil y el nombre. El
futbolín tiene 3G y te identifica allí donde quieras jugar, ya
sea en España o fuera. El sistema hace que tengas un reparto de
puntos, ya que tiene el historial de todas tus jugadas.
P: ¿No se pierde un poco la esencia de este juego tan
mítico?
R: No, se mejora. Todo se puede conectar a internet, es
una máquina que tiene mucha potencia. Toda la experiencia del
juego va con audio y luces, la máquina lleva muchos cientos de
horas de mucha gente. Mezcla la experiencia de los videojuegos en
un dispositivo tan simple como el futbolín.
P: Lo más destacable del proyecto puede ser la vocación
social, de hecho empleais el lema Pásatelo
bien mejorando el mundo...
R: El modelo es un poco raro. Porque a mí vender
máquinas no me interesa nada, para mí no es una máquina
recreativa, es una máquina solidaria y es reinventarlo para una
buena causa. Casi todo va a fines sociales. Una vez deducido el
IVA que hay que entregar a Hacienda, un tercio de la moneda se
donará a la ONG que seleccione cada vez que juegues una partida.
Otro tercio de la moneda (33%) se donará a la Fundación Fun
for a better world, una organización sin ánimo de lucro
dirigida a colectivos con discapacidad física o psíquica y que
pretende que estas personas puedan encontrar formas de ocuparse.
El último tercio irá destinado al local donde se ubica el
estadio.
P: ¿Dónde estáis instalando las máquinas?
R: No vendo máquinas y tampoco las instalo en bares. De
momento, sólo las instalamos en universidades y todo va a fines
sociales. El dinero tiene que venir de marcas de bebidas que
patrocinen la competición, que les guste el modelo y que decidan
apoyarlo.
P: ¿Cuáles son vuestros planes de futuro?
R: Desde que comenzamos y durante un año vamos a
desarrollar un proceso de co-creación y pretendemos estar
presente en la mayoría de universidades españolas con,
aproximadamente, sesenta máquinas funcionando.
P: Podríamos decir que es 100% nacional. Esto supongo
que ha encarecido significativamente los costes.
R: Yo estuve dando vueltas por el mundo mirando dónde
podríamos fabricar... China, Marruecos, pero decidimos hacer el
producto 100% en España. Sería fácil y mucho más económico
fabricar nuestro Futboling en algún país de Asia, pero en
España existe una industria perfectamente capacitada para
afrontar esta fabricación.
Nuestra política empresarial nos impide aceptar ciertos sistemas
de fabricación y condiciones laborales que puedan ofrecernos
algunos países de Oriente, aún conociendo las desventajas
competitivas que ello nos puede suponer. La máquina tiene 196
piezas y conozco a los proveedores de cada uno de los materiales.