Una catedrática denuncia el fraude masivo en la investigación en España
LIBERTAD DIGITAL 2010-03-02Araceli Mangas, una catedrática de Derecho que ha participado en diversos comités de evaluación de proyectos de investigación, denuncia en un durísimo artículo en El Mundo el fraude masivo en el reparto de dinero público para estudios que no son "verdaderas propuestas de investigación".
El largo artículo que Araceli Mangas
publica este martes en El Mundo, titulado "Dispendio
universitario en proyectos fantasma", no deja títere
con cabeza dentro del mundo de la investigación social y
jurídica en nuestro país, tanto por lo que se refiere a la
financiación de los proyectos de supuesta investigación,
donde pone mayor acento, como también en las posteriores
publicaciones.
La autora relata su descorazonadora experiencia como miembro de
las comisiones que evalúan la idoneidad de los proyectos para
recibir subvenciones: "En pocas ocasiones (¿un 10 o 15%?),
tras hacer la evaluación, me he encontrado con verdaderas
propuestas de investigación. La mayoría de las
solicitudes son temas muy trillados".
Pero la cosa no sólo parece incompetencia, también tiene un
inequívoco aire de corruptela: "Sin precisar el concreto
objeto de investigación, piden decenas o centenares de
miles de euros para viajar por un sinnúmero de países,
por ejemplo, para encontrar las normas, sentencias y otros
documentos que están a un golpe de ratón en el ordenador que le
paga el Estado, incluida la conexión a Internet, en su
despacho".
Y todo esto ocurre porque: "La inmensa mayoría de los
expertos que hacen los informes actúan como en una
sociedad de socorros mutuos, hoy por ti, mañana por mí".
Tampoco el mundo de la publicación de artículos científicos o
tesis sale muy bien parado: "Incluso demostrando que
es el mismo trabajo, sólo que con distinto título y
párrafo de inicio -por si piden fotocopia de la primera
página-, estaba incluido varias veces, valoran positivamente
cada uno de ellos".
Con todo esto, Araceli Mangas se lamenta, pero no se sorprende,
del nivel que ocupan los centros universitarios españoles:
"A nadie debe extrañar que nuestras universidades ocupen
lugares muy bajos en la valoración europea y mundial".
Y es que, al fin y al cabo, lo que describe el artículo no es
sino otro apartado más de la sociedad española en la que
"la investigación no interesa, sólo las
apariencias y gastar y gastar en una economía
tambaleante".