PRISA pide 2.500 millones por Digital Plus, pero Vivendi y Telefónica sólo ofrecen 1800
FUENTE: Hispanidad.com 4.12.2008
Además, los compradores quieren saber qué deuda se imputa a la plataforma y Vivendi exige los derechos de emisión. Es casi imposible llegar a un acuerdo antes de la Junta del viernes 5.12.2008.
Y tras salvar a PRISA, Moncloa se dedicará a
salvar a La Sexta-Mediapro, una empresa con unas obligaciones de
pago que superan en 60 veces sus fondos propios
En los momentos que le deja libre la gestión de la crisis, el
presidente del Gobierno se ocupa de salvar a sus dos multimedia
amigos, PRISA y La Sexta-Mediapro, que se encuentran a punto del
finiquito. Así, el Gobierno presiona a bancos y empresas para
que traten con cariño a los dos gigantes que, si no fuera lo que
son no tendrían el apoyo de quien lo tienen, ya que tendría que
haber presentado la solicitud de cierre y se habrían visto
obligados a cerrar el negocio.
De entrada, los Polanco han bajado a la tierra y ya no piden ni
5.000, ni 4.000, ni 3.000 millones de por Digital+. Se conforman
con 2.500. Al final, el único postor es Vivendi-Telefónica. A
Vivendi le interesan los derechos y a Telefónica los clientes
(que ya nadie cree que sumen 2 millones). Ahora bien, los
franceses de Canal+ sólo aceptan pagar 1.800 millones de euros
y, muy importante, siempre pendientes de la deuda que se pretende
imputar a Digital+, propiedad de Sogecable, ahora propiedad de
PRISA, que totaliza un endeudamiento de 6.000 millones de euros.
Además, los galos no admiten reducción en los derechos de
emisión pendientes: de hecho ellos compran precisamente eso.
Parece casi imposible cerrar el acuerdo antes de la Junta del
viernes 5. Y con todo, PRISA no va a salir de apuros con la venta
de la plataforma de pago: deberá vender, malvender, mucho más.
No es la única empresa que debe salvar el señor presidente;
aún le sirve con mayor docilidad La Sexta-Mediapro. El hacedor
de ésta última, el catalán -que se define como
comunista-leninista- Jaume Roures dirige una empresa que de tanto
comprar derechos -entre ellos los de retrasmisión de la Fórmula
1 por cinco años, entre 2009 y 2013, ambos inclusive- ha
generado unas obligaciones de pago, a 31 de diciembre de 2007, de
2.543 millones de euros. Eso supone más de 60 veces los fondos
propios. En definitiva, la ambición de Roures y de los amigos de
ZP, José Miguel Contreras y Miguel Barroso -los
Migueles- exige ahora a Mediapro a vender todos los
derechos a todo el mundo. Naturalmente, a Telefónica, con
Imagenio y a cualquiera al que el Gobierno pueda presionar,
presión extensible a los bancos acreedores para que no sean muy
duros a la hora de reclamar la amortización de los préstamos.
Todo sea por los amigos a los que tanto se debe.