La conciencia moral
"La conciencia moral es
un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la
calidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está
haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está
obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto"
(Catecismo de la Iglesia católica, n. 1778)
San Juan Pablo II:
"La formación de la conciencia propia es un deber
fundamental. La razón es muy simple: Nuestra conciencia
puede errar. Y cuando el error prevalece sobre ella se
convierte en la causa del daño mas grande para la persona humana..."
(San Juan Pablo II. Agosto de 1983, audiencia general, L'Obsservatore
Romano, Agosto 22-29 de agosto de 1983)
"No es suficiente, por lo tanto, decirle al hombre: `Sigue
siempre tu conciencia'. Es necesario añadir inmediatamente y
siempre: Pregúntate a ti mismo si tu conciencia te está
diciendo la verdad o algo falso, y busca incansablemente la
verdad'. Si no hiciéramos esta clarificación necesaria, el
hombre se arriesgaría a encontrar en su conciencia una fuerza
que es destructora de su verdadera humanidad, en vez del lugar
santo donde Dios le revela a el su verdadero bien".
(San Juan Pablo II. Agosto de 1983, audiencia general, L'Obsservatore
Romano, Agosto 22-29 de agosto de 1983)
"Solamente una conciencia desarrollada cabalmente
corresponde a la dignidad humana- una conciencia que busca la
verdad, e iluminada por ella, decide. Por lo tanto, la dignidad
humana requiere, que una persona oriente su conciencia de acuerdo
con el orden de la ley establecida por el Creador. En asuntos de
conciencia ella debe consultar la verdad revelada en Cristo, e
incluir la enseñanza reveladora de la Iglesia."
(San Juan Pablo II. Sep. 1988, a los obispos austriacos en
Salzburgo, L'Obsservatore Romano, 5.09.1988).