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El PCE defiende la vigencia del comunismo y elige secretario general a José Luis Centella en 2009
DN. EFE Y EUROPA PRESS. MADRID Lunes, 9 de noviembre de 2009, XX aniversario de la caída del Muro de la Vergüenza
El XVIII Congreso del PCE eligió ayer, 8.11.2009, como secretario general con una mayoría del 85,2% a José Luis Centella, quien defendió la vigencia del comunismo, apostó por "acelerar la jubilación" del Rey para que llegue la República, y llamó a la movilización y al fin de las luchas en IU.
En esta ocasión y frente a lo vivido en otros Congresos, el PCE sólo ha tenido que votar una lista de candidatos al Comité Federal y eso ha facilitado el amplio respaldo logrado: 429 votos a favor (85,2%), 72 en blanco (14,4) y dos votos nulos (0,4).
Formalmente, los delegados votaron la totalidad de la lista, y ha sido en una reunión posterior de menos de un minuto de duración cuando los integrantes de la misma han acordado por unanimidad que el secretario general del PCE sea Centella.
Tarjeta de presentación
En su primera intervención como tal, el nuevo líder llamó a hacer frente al capitalismo e instó a la movilización en la calle en favor de "un socialismo sin complejos" y a ganar la batalla ideológica a la derecha.
Frente a quienes consideran que el comunismo ya es pasado, el nuevo secretario general del PCE recalcó que es "presente y futuro" si se tienen en cuenta realidades como que miles de personas siguen muriendo de hambre en el mundo.
José Luis Centella advirtió de que el partido tiene "tajo" por delante, y ha destacado en esa tarea "acelerar la jubilación de Juan Carlos de Borbón" y buscar "una salida laboral acorde con sus habilidades" al Príncipe Felipe, unas palabras acogidas con gritos de "España, mañana, será republicana".
Centella, un maestro cordobés de 51 años, ha desarrollado su vida política en Málaga. A finales de los 80 era concejal en el ayuntamiento de Benalmádena y nueve años contó con escaño en el Congreso.
Protagonizó actos llamativos. En octubre de 1996 envió al entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, un giro de 1.373 pesetas en protesta por considerar raquíticas las partidas para Málaga en el proyecto de Presupuestos.
Esa cantidad era la que consideraba resultante de dividir las inversiones previstas entre los habitantes de la provincia.