.. ........Efectos de la Parusía o segunda venida gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo .. .Explicaciones y desarrollos..... ..Artículos........ Textos . INDEX
Caducidad de la sana laicidad
Será también cuando
todos crean que Jesucristo es Dios y obren en
consecuencia, también en la vida política, lo cual se
producirá con toda seguridad tal como fue anunciado por
el Concilio Vaticano II:
Lo que es proclamar la esperanza cierta y segura de la futura confesionalidad consecuente de todos los pueblos, con los judíos a la cabeza de los creyentes en Jesucristo, el Mesías Jesús, el Verbo hecho carne; la futura unidad católica mundial, no por exclusión legal de la libertad religiosa, sino cimentada en la aceptación voluntaria del reinado del Sagrado Corazón de Jesús en todos los corazones movidos por Su gracia divina, la extraordinaria efusión de gracia que Jesús, el Verbo hecho carne, iniciará con Su Parusía, Su segunda venida visible y gloriosa con la que, al evidenciar Su existencia, eliminará el poder anticristiano que, cada vez más, impone vivir como si Dios no existiera. El Apóstol aludido es san Pablo y el profeta allí citado entre muchos otros, Sofonías. Bien entendido que es Dios el que concede a todos invocarle y servirle:
Canals explica que esto es anunciar la unidad religiosa de la humanidad:
Mientras tanto:
--------------------------- Lo que dice el Concilio Vaticano II de la laicidad sólo lo acatará un estado confesional católico. "Con frecuencia se invoca el principio de laicidad, en sí legítimo si se concibe como distinción entre la comunidad política y las religiones" (Gaudium et spes, 36). En lo técnico de cada asunto, los técnicos son los competentes, incluidos los políticos. En lo moral, la autoridad infalible es la de la Iglesia. Las leyes y los políticos deben atenerse a la moral. El problema es que no se concibe la laicidad "como distinción entre la comunidad política y las religiones" (Gaudium et spes, 36), sino que los eclesiásticos desconfesionalizadores de España en los años 60 y 70 conciben la laicidad como separación entre la comunidad política y la autoridad de la iglesia en lo moral, no como distinción, que es lo que enseña el Concilio Vaticano II. -------------------------- |