Las palabras del Papa Benedicto XVI sobre el preservativo

24/11/10 (Agencias/InfoCatólica)

En el libro "Luz del Mundo" de Peter Seewald, el Papa plantea como excepción para el uso del condón el caso de los varones que se prostituyen, como figura en el texto original en alemán y la traducción al inglés, que difiere de lo publicado por L’Osservatore Romano el 20.11.2010 que en italiano usa el término "prostituta".

Sobre el comunicado dado a conocer el domingo por la tarde sobre este tema sobre la correcta interpretación de las palabras del Papa, informa Radio Vaticano, el P. Lombardi explica que el texto de esa nota fue vista y aprobada por el Papa y que los errores en la traducción del original alemán en el ejemplo usado por el Pontífice no cambian la sustancia de la respuesta.

"Personalmente le pregunté al Papa si había algún problema serio o importante en la elección del masculino sobre el femenino. Me dijo que no. (…) La idea es que este es el primer paso hacia la toma de responsabilidad cuando se toma en cuenta el riesgo de la vida del otro con quien se tiene relaciones. Si se es mujer, hombre o transexual, el punto sigue siendo el mismo", indicó.

El portavoz vaticano indicó luego que "la contribución que ha querido dar el Papa no es la de una discusión técnica, con lenguaje científico de problemas morales. Esta no es una tarea de un libro de este género: no quiere tocar el trabajo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por esto no ha usado las expresiones ‘mal menor’, ‘doble efecto’ u otras fórmulas clásicas particulares, sino que ha querido usar un lenguaje muy coloquial y que todos lo puedan entender".

Entonces, concluye, al decir que cuando un prostituto usa un preservativo se toma "un primer paso en la dirección de la responsabilidad, es hablar en un lenguaje amplio, que contempla la condición y la problemática de todos y no de las condiciones específicas o internas de la Iglesia".

Lo que dijo el Papa en su integridad

Las palabras íntegras que ha vertido el Papa en este libro y sobre éste tema son las siguientes: «Concentrarse sólo en el preservativo quiere decir banalizar la sexualidad y esta banalización representa precisamente el motivo por el que muchas personas ya no ven en la sexualidad la expresión de su amor, sino sólo una especie de droga, que se suministran por su cuenta. Por este motivo, también la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte del gran esfuerzo para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda ejercer su efecto positivo en el ser humano en su totalidad».

«Puede haber casos justificados singulares, por ejemplo, cuando una prostituta utiliza un preservativo, y éste puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar de nuevo la conciencia sobre el hecho de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere. Sin embargo, este no es el verdadero modo para vencer la infección del VIH. Es verdaderamente necesaria una humanización de la sexualidad».

El Papa así lo ha manifestado en el libro-entrevista "La luz del mundo. El Papa, la iglesia y las señales del tiempo. Una conversación con el Santo Padre Benedicto XVI", del escritor Peter Seewald, del que publica un resumen el diario vaticano "L´Osservatore Romano" el 20.11.2010 antes de su sa lida a las librerías el 23 de noviembre.

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Nota vaticana sobre las palabras del Papa y el preservativo

El Vaticano ha insistido este domingo en el carácter «excepcional» del uso del preservativo, después de que el Papa se haya declarado dispuesto a admitir su utilización «en ciertos casos».

En un comunicado, vuelve a subrayar que su utilización «no es la solución del problema».

Asimismo, el Vaticano ha dicho este domingo que las palabras del Papa sobre el uso del preservativo, que lo justifica en "algunos casos", no son "un cambio revolucionario", sino una "visión comprensiva" para llevar a una humanidad "culturalmente muy pobre hacia un ejercicio responsable de la sexualidad" .

Así lo manifestó el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, en un comunicado, en el que aseguró que las manifestaciones de Benedicto XVI "no reforman o cambian las enseñanzas de la Iglesia, sino que las reafirman, en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana como expresión del amor y la responsabilidad".

Lombardi precisó que, con sus palabras, el Papa no justifica moralmente el ejercicio "desordenado" de la sexualidad, pero considera que el uso de profiláctico para disminuir el riesgo del contagio del Sida "es un primer acto de responsabilidad, un primer paso hacia una sexualidad más humana".

A continuación reproducimos, facilitada por Zenit, la

Nota vaticana sobre las palabras del Papa y el preservativo

Al final del capítulo décimo del libro "Luz del mundo", el Papa responde a dos preguntas sobre la lucha contra el sida y el uso del preservativo, preguntas que se remontan a la discusión que siguió a las palabras pronunciadas por el Papa sobre este tema en su viaje a África, en 2009.

El Papa confirma con claridad que en esa ocasión no había querido tomar posición sobre el problema de los preservativos en general, sino que había querido afirmar con fuerza que el problema del sida no se puede resolver únicamente con la distribución de preservativos, pues es necesario hacer mucho más: prevenir, educar, ayudar, aconsejar, estar junto a las personas, ya sea para que no se enfermen, ya sea porque se han enfermado.

El Papa observa que también en el ámbito no eclesial se ha desarrollado una conciencia análoga, como lo demuestra la llamada teoría "ABC" (abstinence, be faithful, condom), en la que los dos primeros elementos (abstinencia y fidelidad) son mucho más determinantes y fundamentales para la lucha contra el sida, mientras que el preservativo se presenta en última instancia como una escapatoria, cuando faltan los otros dos elementos. Por tanto, debe quedar claro que el preservativo no es la solución del problema.

El Papa amplía después su mirada e insiste en el hecho de que concentrarse únicamente en el preservativo significa banalizar la sexualidad, que pierde su significado como expresión de amor entre personas y se convierte en una "droga". Luchar contra la banalización de la sexualidad es "parte del gran esfuerzo para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda ejercer su efecto positivo en el ser humano en su totalidad".

A la luz de esta visión amplia y profunda de la sexualidad humana y de su problemática actual, el Papa reafirma que "naturalmente la Iglesia no considera los preservativos como la solución auténtica y moral" al problema del sida.

De este modo, el Papa no reforma o cambia la enseñanza de la Iglesia, sino que la reafirma, poniéndose en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana, como expresión de amor y responsabilidad.

Al mismo tiempo, el Papa considera una situación excepcional en la que el ejercicio de la sexualidad representa un verdadero riesgo par la vida del otro. En ese caso, el Papa no justifica moralmente el ejercicio desordenado de la sexualidad, pero considera que la utilización del preservativo para disminuir el peligro de contagio es "un primer acto de responsabilidad", "un primer paso en el camino hacia una sexualidad más humana", en lugar de no utilizarlo, poniendo en riesgo la vida de la otra persona. En este sentido, el razonamiento del Papa no puede ser definido como un cambio revolucionario.

Numerosos teólogos moralistas y autorizadas personalidades eclesiásticas han afirmado y afirman posiciones análogas; sin embargo, es verdad que no las habíamos escuchado aún con tanta claridad de los labios de un Papa, si bien de una manera coloquial y no magisterial.

Benedicto XVI nos da, por tanto, con valentía, una contribución importante para aclarar y profundizar una cuestión debatida desde hace tiempo. Es una contribución original, pues por una parte mantiene la fidelidad a los principios morales y demuestra lucidez a la hora de rechazar un camino ilusorio, como la "confianza en el preservativo"; por otra parte, manifiesta sin embargo una visión comprensiva y de amplias miras, atenta para descubrir los pequeños pasos --aunque sean sólo iniciales y todavía confusos-- de una humanidad espiritual y culturalmente con frecuencia muy pobre hacia un ejercicio más humano y responsable de la sexualidad.

[Traducción del original italiano por Jesús Colina]

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Las palabras del Papa sobre la sexualidad y el preservativo

En el libro entrevista que se publicará el próximo martes

CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 20 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Medios de comunicación de todo el mundo publican en estos momentos comentarios y noticias sobre la posición moral de Benedicto XVI ante el preservativo a partir del adelanto de algunos pasajes de su libro entrevista "Luz del mundo".El libro, realizado junto al periodista alemán Peter Seewald, será publicado el próximo 23 de noviembre. En España, la obra saldrá a las librerías con el sello de la editorial Herder.

Presentamos una traducción de trabajo sobre el pasaje sobe "La sexualidad" adelantado este sábado por "L'Osservatore Romano".

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Concentrarse sólo en el preservativo quiere decir banalizar la sexualidad y esta banalización representa precisamente el motivo por el que muchas personas ya no ven en la sexualidad la expresión de su amor, sino sólo una especie de droga, que se suministran por su cuenta. Por este motivo, también la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte del gran esfuerzo para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda ejercer su efecto positivo en el ser humano en su totalidad.

Puede haber casos justificados singulares, por ejemplo, cuando una prostituta [ndr. el original alemán presenta el término masculino] utiliza un preservativo, y éste puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar de nuevo la conciencia sobre el hecho de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere. Sin embargo, este no es el verdadero modo para vencer la infección del VIH. Es verdaderamente necesaria una humanización de la sexualidad.

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El Papa justifica el preservativo en algunos casos, pero confirma el Magisterio

Aclaración vaticana a las palabras que aparecerán en su libro-entrevista

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 21 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Las palabras de Benedicto XVI en el libro-entrevista de próxima publicación reconocen el uso del preservativo en "casos singulares justificados", pero no suponen "un cambio revolucionario" en la enseñanza de la Iglesia, sino más bien una confirmación de su Magisterio, ha aclarado la Santa Sede.

Así lo explica el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en un comunicado emitido este domingo para comentar la gran cantidad de informaciones que se han distribuido en todo el mundo después de que este sábado "L'Osservatore Romano" anticipara palabras que el Papa dedica a la sexualidad en el libro-entrevista "Luz del mundo".

Al final del capítulo décimo del volumen, realizado por el escritor y periodista alemán Peter Seewald, que sale a la venta el 23 de noviembre en varios idiomas, el pontífice responde a dos preguntas sobre la lucha contra el sida y el uso del preservativo, que se remontan a la discusión que siguió a las palabras pronunciadas por el Papa en el avión que le llevaba a Camerún y Angola el 17 de marzo de 2009.

Con las declaraciones que publica el libro, aclara el portavoz vaticano, "el Papa no reforma o cambia la enseñanza de la Iglesia, sino que la reafirma, poniéndose en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana, como expresión de amor y responsabilidad".

"Al mismo tiempo --añade--, el Papa considera una situación excepcional en la que el ejercicio de la sexualidad representa un verdadero riesgo par la vida del otro. En ese caso, el Papa no justifica moralmente el ejercicio desordenado de la sexualidad, pero considera que la utilización del preservativo para disminuir el peligro de contagio es 'un primer acto de responsabilidad', 'un primer paso en el camino hacia una sexualidad más humana', en lugar de no utilizarlo, poniendo en riesgo la vida de la otra persona".

"En este sentido --subraya--, el razonamiento del Papa no puede ser definido como un cambio revolucionario".

De hecho, recuerda el portavoz, "numerosos teólogos moralistas y autorizadas personalidades eclesiásticas han afirmado y afirman posiciones análogas".

El padre Lombardi no cita nombres, pero entre ellos destacan el cardenal Georges Cottier, quien fue teólogo de la Casa Pontificia de Juan Pablo II y del mismo Benedicto XVI, quien en una entrevista concedida a la agencia Apcom, el 31 de enero de 2005, afirmó que "en situaciones particulares, y pienso en medios donde circula la droga, o hay una gran promiscuidad humana y mucha miseria, como ocurre en algunas zonas de África y Asia, en esos casos, el uso del condón puede ser considerado como legítimo". 

Sobre este argumento, el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, anunció en una rueda de prensa, el 21 de noviembre de 2006, la entrega de un estudio a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en respuesta al interés del Papa.

"Humanae Vitae" hoy

Las anticipaciones de "L'Osservatore Romano" presentan también una apreciación del Papa sobre "Humanae Vitae", la encíclica que publicó Pablo VI sobre estos argumentos el 25 de julio de 1968.

"Las perspectivas de la 'Humanae Vitae' siguen siendo válidas, pero otra cosa es encontrar caminos humanamente practicables --asegura el Papa--. Creo que habrá siempre minorías íntimamente convencidas de la exactitud de esas perspectivas y que, viviéndolas, quedarán plenamente satisfechas de modo que podrán ser para otros un fascinante modelo a seguir. Somos pecadores".

"Pero no deberíamos asumir este hecho como una instancia contra la verdad, cuando esa alta moral no es vivida. Deberíamos buscar hacer todo el bien posible, y apoyarnos y soportarnos mutuamente. Expresar todo esto también desde el punto de vista pastoral, teológico y conceptual, en el contexto de la actual sexología e investigación antropológica, es una gran tarea a la cual es necesario dedicarse más y mejor", añade el Papa en el libro. 

La primera vez

Una vez aclarado que el Papa ha confirmado el Magisterio hasta ahora expuesto, al hacer referencia a las palabras sobre el uso del preservativo en "casos singulares justificados", el comunicado del Padre Lombardi señala que "es verdad que no las habíamos escuchado aún con tanta claridad de los labios de un Papa, si bien de una manera coloquial y no magisterial".

Con estas nuevas declaraciones, considera el sacerdote jesuita, "Benedicto XVI nos da, por tanto, con valentía, una contribución importante para aclarar y profundizar una cuestión debatida desde hace tiempo".

"Es una contribución original --indica--, pues por una parte mantiene la fidelidad a los principios morales y demuestra lucidez a la hora de rechazar un camino ilusorio, como la 'confianza en el preservativo'; y por otra parte, manifiesta sin embargo una visión comprensiva y de amplias miras, atenta para descubrir los pequeños pasos --aunque sean sólo iniciales y todavía confusos-- de una humanidad espiritual y culturalmente con frecuencia muy pobre hacia un ejercicio más humano y responsable de la sexualidad".

En referencia en concreto a las palabras que el Papa pronunció en su viaje a África, su portavoz aclara que con esta nueva intervención el sucesor de Pedro "confirma con claridad que en esa ocasión no había querido tomar posición sobre el problema de los preservativos en general, sino que había querido afirmar con fuerza que el problema del sida no se puede resolver únicamente con la distribución de preservativos, pues es necesario hacer mucho más: prevenir, educar, ayudar, aconsejar, estar junto a las personas, ya sea para que no se enfermen, ya sea porque se han enfermado.".

El obispo de Roma "observa que también en el ámbito no eclesial se ha desarrollado una conciencia análoga, como lo demuestra la llamada teoría 'ABC' (abstinence, be faithful, condom), en la que los dos primeros elementos (abstinencia y fidelidad) son mucho más determinantes y fundamentales para la lucha contra el sida, mientras que el preservativo se presenta en última instancia como una escapatoria, cuando faltan los otros dos elementos. Por tanto, debe quedar claro que el preservativo no es la solución del problema".

Según Lombardi, con esta nueva entrevista, el Papa "amplía la mirada e insiste en el hecho de que concentrarse únicamente en el preservativo significa banalizar la sexualidad, que pierde su significado como expresión de amor entre personas y se convierte en una 'droga'. Luchar contra la banalización de la sexualidad es "parte del gran esfuerzo para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda ejercer su efecto positivo en el ser humano en su totalidad".

Por Jesús Colina