Enseñanzas del papa Benedicto XVI
Inicial.

El Papa trata de "retomar finalmente los principios metodológicos para la exégesis formulados por el Concilio Vaticano II: una tarea que por desgracia casi nadie ha afrontado" y señala en su nuevo libro sobre Jesús de 2011 el agotamiento del método histórico-crítico

EWTN/InfoCatólica 12/03/11

En su segundo libro sobre Jesucristo, el Papa Benedicto XVI reabre el debate sobre los métodos de interpretación de la Biblia. En la introducción del libro «Jesús de Nazaret. Del Ingreso a Jerusalén a la Resurrección», presentado ayer en el Vaticano por el Prefecto de la Congregación para los Obispos, Cardenal Marc Ouellet, el Papa señala que «una cosa me parece obvia: en 200 años de trabajo exegético, la interpretación histórico-crítica ha dado hasta ahora todo lo esencial que tenía para dar».

El llamado método histórico-crítico es una forma de investigación bíblica que busca comprender las Sagradas Escrituras a partir del contexto histórico en que los textos fueron escritos, recurriendo a los aportes de otras disciplinas seculares como la filología, la arqueología, etc. 

El cardenal canadiense aseguró que “si la exégesis bíblica científica no quiere agotarse en siempre nuevas hipótesis convirtiéndose teológicamente en insignificante, debe dar un paso metodológicamente nuevo y reconocerse nuevamente como disciplina teológica, sin renunciar a su carácter histórico”.

Para el Papa, el método histórico crítico “debe aprender que la hermenéutica positivista en la que se basa no es expresión de la razón exclusivamente válida que definitivamente se ha encontrado a sí misma, sino que constituye una determinada especie de racionabilidad históricamente condicionada, capaz de corrección y de integración y necesitada de ellas”.

“Tal exégesis debe reconocer que una hermenéutica de la fe, desarrollado de modo justo, es conforme al texto y puede conjugarse con una hermenéutica histórica consciente de los propios límites para formar un todo metodológico”.

Benedicto XVI señala luego que “naturalmente, esta conjunción de dos géneros de hermenéutica muy diferentes entre ellas es una tarea que debe realizarse siempre de nuevo. Pero tal conjunción es posible, y a través de ella las grandes intuiciones de la exégesis podrán en un contexto nuevo volver a dar fruto”.

“No pretendo afirmar que en mi libro esta conjunción de las dos hermenéuticas sea ahora una cosa lograda a fondo. Sin embargo espero haber ya dado un buen paso en tal dirección. En última instancia se trata de retomar finalmente los principios metodológicos para la exégesis formulados por el Concilio Vaticano II: una tarea que por desgracia casi nadie ha afrontado”. “Exagerando un poco –prosigue el Papa– se podría decir que quería encontrar al Jesús real, a partir del cual, solamente, se hace posible cualquier cosa como una ‘cristología desde abajo’”.

El "Jesús histórico" de la exégesis crítica es insignificante

“El ‘Jesús histórico’, como aparece en la corriente principal de la exégesis crítica sobre la base de sus presupuestos hermenéuticos, es bastante insignificante en su contenido para haber podido ejercitar una gran eficacia histórica, y demasiado ambientado en el pasado para hacer posible una relación personal con Él”.

El Santo Padre afirma además que conjugando las dos hermenéuticas a las que se refiere “he buscado desarrollar una mirada sobre el Jesús de los Evangelios y una escucha de Él que pudiera convertirse en un encuentro y, sin embargo, en la escucha en comunión con los discípulos de Jesús de todos los tiempos, llegar también a la certeza de la figura verdaderamente histórica de Jesús”.

Nueva aurora de la exégesis

Sobre la exégesis, el Cardenal Marc Ouellet señaló en su presentación del libro que “el propósito del Santo Padre es el de andar con ellos (los exégetas) más lejos, en estricto rigor científico, cierto, pero también en la fe en el Espíritu Santo que llega a las profundidades de Dios en la Sagrada Escritura. En este foro, los intercambios fecundos predominan más que los acentos críticos, y eso contribuye a hacer mejor conocer y reconocer la esencial contribución de los exégetas”.

En la parte final de la introducción, el Papa Benedicto XVI afirma que “también si naturalmente quedaran detalles por discutir, espero sin embargo que me sea dado el acercarme a la figura de nuestro Señor de modo que pueda ser útil a todos los lectores que quieren encontrar a Jesús y creerle”.

El Cardenal Ouellet se pregunta al respecto si es que “¿no hay tal vez grandes esperanzas en este reacercamiento entre la exégesis rigurosa de los textos bíblicos y la interpretación de la Sagrada Escritura?”

“Yo no puedo hacer menos que vislumbrar en este libro la aurora de una nueva era de la exégesis, una prometedora era de exégesis teológica”, finalizó.