Calentamiento global y cambio climático
El hielo Ártico crece un 24 por ciento desde 2007
La NASA reconoce que la superficie helada en el Ártico ha crecido en 2009
2009-10-09 C.Jordá QUO LD
Pese a la insistencia de los ecologistas radicales y la propaganda de Greenpeace, la NASA ha tenido que reconocer que el hielo en el Ártico no solo no disminuye sino que está en vigoroso crecimiento: el mínimo veraniego de 2009 ha sido casi 700.000 kilómetros cuadrados mayor que el de 2008.
Un crecimiento nada desdeñable el que reflejan
las cifras oficiales
admitidas por la NASA (que, por cierto,
coinciden con las que
publicábamos en Libertad Digital a
mediados de septiembre), ya que la agencia americana reconoce que
en el momento en el que el hielo alcanzó su mínimo veraniego la
superficie que cubría era de 5,36 millones de kilómetros
cuadrados, 690.000 más que en 2008 y más de un millón
superior a la de 2007.
Sorprendentemente, la NASA califica este aumento como
ligero (el término que usan es slight
recovery, ligera recuperación) aunque la superficie helada
ha crecido sólo este año en un área sensiblemente
mayor que la extensión de toda España, que es de poco más de 500.000 kilómetros cuadrados.
Del mismo modo, la agencia americana recalca que se trata del
tercer año en el que la capa de hielo es menor, si bien conviene
no olvidar que la serie histórica se remonta tan sólo a
1979, es decir, solo 30 años.
La NASA señala que ese aumento se ha producido a pesar de que la
temperatura en la superficie del agua se ha mantenido por
encima de lo normal, aunque no aclara qué considera normal
o qué temperaturas medias le permiten hacer esta afirmación,
pero que la capa de hielo polar se ha derretido menos por las
condiciones más frías resultado, sobre todo, de un
cielo más nublado durante el verano.
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El calentamiento global no evita que el hielo Ártico crezca un 24% desde 2007
2009-09-16 L. F. QUINTERO / M. LLAMAS
La superficie de hielo polar ártico sigue creciendo a pesar de las predicciones de los alarmistas del cambio climático. El propio Gerd Leipold, director ejecutivo de Greenpeace, reconoció en agosto que mintió al predecir que el hielo en el Ártico se habrá derretido en el año 2030.
Los datos reflejan que el supuesto
calentamiento global que amenaza la vida en la tierra (según los
alarmistas del cambio climático) no logra acabar con la superficie
de hielo en el Ártico.
Así, según los datos de Nansen Environmental and Remote Sensing Center, el IARC-JAXA Information System y
el National Snow and Ice Data Center, recogidos por el blog Desdeelexilio, la capa de
hielo polar Ártico ha crecido un 24% desde el año 2007.
Desde 2008, la subida ha sido del 12%.
Actualmente, la superficie helada en el Ártico
alcanza los 5.301.219 kilómetros cuadrados, cuando en
2007 era de 4.267.813 kilómetros cuadrados y en 2008 de
4.731.875%. Estos datos reflejan un crecimiento del 12%
interanual de la masa de hielo Ártica.
Además, según las estadísticas que nos ofrecen estos grupos de
análisis, la masa de hielo polar Ártico se va recuperando.
Estos datos reflejan las magnitudes medidas a día 15 de
septiembre de cada uno de los años señalados
Estos analistas hacen estos cálculos empleando
el algoritmo NORSEX. Es decir, la extensión del hielo es
la superficie total de todas las cuadrículas polar del
hemisferio norte que tienen al menos el 15% de concentración de
hielo del mar, utilizando este algoritmo de NORSEX.
La zona de hielo es la suma de las áreas de la red celular,
multiplicado por la concentración de hielo para todas las
células con concentraciones de hielo de al menos el 15%.
En plena temporada de deshielo en el Ártico, la
superficie del Polo Norte ha experimentado un aumento del 12%
respecto al año pasado. No obstante y pese a que los datos del National Snow and Ice Data Center (NSIDC), reflejan un incremento de la capa de hielo ártico,
sus analistas señalan que el deshielo sigue su curso. No
obstante, es cierto que la capa de hielo se mantiene aún muy por
debajo de la extensión alcanzada en 1979.
La trampa radica en cómo efectuar la comparación de tales
mediciones, ya que el centro toma como referencia la extensión
media de superficie helada entre 1979 y el año 2000. Así, en
2007 la extensión mínima de hielo ártico fue el 42,6% menor
que en el período 1979-2000, mientras que en 2008 fue un 33,1%
menor, y así sucesivamente. Es decir, continúa creciendo de un
año para otro.
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Los pronósticos fallidos de la cúpula climática sobre el deshielo del Ártico
2009-11-27 FERNANDO DÍAZ VILLANUEVA QUO LD
El enésimo vaticinio catastrofista ya tiene fecha de vencimiento. Dentro de 20 años el Ártico será historia. Es lo que asegura un comité de expertos del IPCC. El fin del polo norte ya se ha vaticinado en seis años diferentes: 2008, 2012, 2013, 2014, 2019 y 2060.
Para el verano de 2030 ya no habrá casquete polar ártico según se desprende de un informe elaborado por 26 científicos vinculados al Panel de Naciones Unidas para el Cambio Climático (IPCC). Ese verano se podrá cruzar el Océano (ex) Glacial Ártico navegando en un barco normal y no en un rompehielos como viene siendo habitual hasta ahora. Según uno de los autores del informe, Matthew England de la Universidad de Nueva Gales del Sur, algunos indicadores se han acelerado hasta el extremo de que las proyecciones del IPCC eran ligeramente conservadoras.
La desaparición del polo irá acompañada,
siempre según el citado informe, de un aumento del nivel del mar
de unos dos metros al final del siglo. A
Venecia, en definitiva, le queda muy poquito tiempo, aunque eso
no lo dicen, al menos por ahora.
El fin será en 2008
El hecho es que esta de 2030 no es la única predicción del fin del Ártico. Últimamente hay una verdadera carrera por atinar con la fecha exacta en la que el casquete polar desaparecerá inundando, de paso, las costas de todo el mundo. Hace sólo año y medio, en junio de 2008, el US National Snow and Ice Data Centre (NSIDC) de Colorado vaticinó que los hielos árticos no sobrevivirían a ese verano. Pero lo hicieron. La extensión veraniega del Ártico ha variado ligeramente en la última década. Las mediciones hechas por satélite muestran que, de 2002 a esta parte, el hielo sufre un estiaje y luego vuelve a crecer hasta alcanzar un máximo a finales de marzo tal y como muestra la gráfica adjunta.
Al Gore modifica tres veces su
predicción
La tendencia que muestran las cámaras de los satélites que
estudian el polo no le dicen nada a ciertos científicos como Wieslaw
Maslowski, investigador del departamento de
Oceanografía de la Escuela Naval de California.
En abril del año pasado aseguró en un entrevista que
su predicción estaba errada, que el Ártico, en lugar de
fundirse en 2013, lo haría en 2012.
Maslowski fue incluso más lejos afirmando que los glaciares de
Groenlandia podrían estar ya fluyendo hacia la costa
por culpa de la fusión del casquete que rodea a la isla.
Quien hasta hace poco ha seguido insistiendo en que el fin del Ártico será en 2013 es el inefable Al Gore. En diciembre del año pasado, durante una conferencia en Alemania mostró sus cinco dedos a la audiencia remarcando que al polo le quedaban cinco años de vida. Pero en 2008 el polo tuvo más hielo que en los años precedentes, así que Gore retrasó el armaggedon polar un año, para 2014.
De nuevo la realidad se empeñó en no hacer caso al apóstol de las verdades incómodas, el Ártico ha vuelto a crecer en el verano de 2009, así que, sin pestañear trasladó hace sólo mes y pico el año de la catástrofe a 2019. Gore hace honor a su apellido y gusta de meter miedo y exagerar. En la misma conferencia aseguró que si el polo se derrite completamente el nivel del mar subirá 67 metros. Es decir, que podemos ir despidiéndonos del valle del Guadalquivir y de media Europa continental, que se encuentra a unas pocas decenas de metros sobre el nivel del mar. Evidentemente, eso de los 67 metros es un disparate típico de Gore que carece de cualquier base científica y que pone al ex vicepresidente de EEUU a la altura del adivino Rappel.
Para no tener que estar rehaciendo cada pocos meses las previsiones, algunos prefieren fiarlo largo y difuso. En la Oficina Meteorológica del Reino Unido están convencidos que el polo norte desaparecerá entre 2060 y 2080. Para entonces, claro está, nadie se acordará se esta predicción de los hombres del tiempo británicos.
No sabemos lo que pasará en el futuro. Con toda seguridad el casquete Ártico se fundirá en algún momento y luego volverá a congelarse descendiendo, tal vez, como sucedió en el pasado, hasta latitudes medias. El clima siempre está cambiando. Por de pronto, el Ártico lleva dos años creciendo en extensión veraniega sobre el mínimo histórico de 2007. ¿La razón? La desconocemos. ¿Seguirá creciendo o decrecerá? Es imposible de saber. ¿Cuándo se fundirá el Ártico? Nadie, ni científicos del IPCC, ni los activistas de Greenpeace, ni Al Gore pueden responder a esa pregunta.