Crónica del siglo XXI
La crisis económica iniciada en 2007

Las pensiones de jubilación bajarán un 30 por ciento

LD (L. Ramírez) 5-01-2009

El nuevo pacto por las pensiones ya tiene borrador. Tal como avanzó LD el pasado noviembre, populares y socialistas negocian rebajar la cuantía media de las mismas en un 30%, al ampliar a toda la vida laboral el cálculo de la prestación

Los partidos políticos con representación parlamentaria deben renovar esta legislatura el Pacto de Toledo, firmado en 1995 y que establece las bases del sistema de pensiones español. Aunque se renovó en 2002, el Gobierno y el PP quieren modificarlo, ya que según los datos oficiales del Ministerio de Trabajo, las pensiones de los que tienen menos de 50 años no están garantizadas.

Según avanzó LD el pasado 11 de noviembre, el objetivo de los dos principales partidos es cambiar el sistema de cálculo de la pensión, ampliándolo a toda la vida laboral del trabajador. En la actualidad el plazo es de 15 años –los últimos antes de la jubilación- y la intención del PP y el PSOE es aumentarlo cada dos años en 12 meses, de forma que dentro de 20 o 30 años el cómputo del cálculo abarque ya toda la vida laboral, según publica este lunes ABC.

Un informe elaborado por la consultora Labour Asociados para la Seguridad Social admite que “el alargamiento del periodo de cálculo de las pensiones de jubilación tendría, sin lugar a dudas un impacto negativo sobre aquellos que se jubilan a los 65 años”. Así, un aumento de 10 años en el modelo implicaría una rebaja cercana al 10%, si se suman los efectos de la reforma de 1997.

Pero si se extiende el plazo a toda la vida laboral –unos 45 años- los efectos sobre el dinero que reciben todos los meses los jubilados sería devastador. Un estudio publicado a este respecto por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) revela que la rebaja respecto a las cantidades actuales alcanzaría, al menos, el 30%.

Por lo tanto, habrá que estar atentos a las reuniones de la comisión parlamentaria que debate estas cuestiones. De momento ya existe borrador de la reforma y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto con el líder del PP, Mariano Rajoy, quieren hacer de esta cuestión una de sus principales prioridades en el futuro.

Este enfoque quedó patente en el encuentro que mantuvieron ambos en La Moncloa el pasado 14 de octubre, según señaló el presidente del Ejecutivo en rueda de prensa tras el encuentro.
 

"Hablar de todo lo que reúna consenso" 

En el PSOE lo tienen claro, todo es negociable cuando del futuro de las pensiones se habla. La portavoz socialista en la comisión del Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa, explica a ABC que la intención de su grupo de “hablar de todo lo que reúna consenso”.

Por este motivo, elude mencionar propuestas concretas, aunque sí reitera que se debe hablar del cómputo de la pensión, recordando que el Pacto de Toledo habla de una mayor contributividad "no de toda la vida laboral". Ahora es el momento de acordar cómo se logrará este objetivo.

Por su parte, el portavoz del PP, Tomás Burgos, recalca que cualquier medida que se adopte exige “un desarrollo conjunto y equilibrado para no desnaturalizar el Pacto de Toledo”.

En cuanto a la ampliación de vida laboral, Burgos recuerda que en esta legislatura se debe fijar la fórmula gradual. En todo caso, dijo, el objetivo es “no perjudicar a los que están a punto de jubilarse ni a los que comienzan a cotizar”. Burgos recalcaque  “no se puede perjudicar a los que están a punto de jubilarse ni a los que comienzan a cotizar”.

Además, el PP espera que el Gobierno presente iniciativas, “sin ponerse a la defensiva", ya que su posición será la de "no lesionar derechos siempre que la fórmula que se presente se haga con gradualidad y cautelas”.

Asimismo, Burgos considera imprescindible concienciar a la sociedad de la necesidad de los planes complementarios a las pensiones públicas, porque “el último salario y la pensión se van a ir separando”. En este capítulo el PP pide al Gobierno que fomente el ahorro con un mejor tratamiento fiscal.

En cuanto a prolongar la vida laboral más allá de los 65 años, el PP cree que las bonificaciones deben orientarse a apoyar a colectivos con dificultades para encontrar trabajo. En ningún caso, fomentar el anticipo de la jubilación con recursos públicos. Sobre las cotizaciones, desde el PP se considera “difícil tocarlas”, porque, a su juicio, con cotizaciones más bajas se destruye empleo.

Por su parte, el portavoz de CiU, Carles Campuzano, insiste en que todas las reformas se han hecho buscando la equidad y hacer sostenible el sistema. También defiende fórmulas graduales para ampliar a la vida laboral, y que se busquen “estrategias” para que cada vez más trabajadores tengan un plan de pensiones.

Por ello, no ve mal la reforma que se hizo en Suecia, donde se decidió que dos puntos de los cotizaciones de cada trabajador fueran a un plan de pensiones. También defenderá una reforma “integral” de la pensión de viudedad y que no se discrimine a los trabajadores por su edad.

Finalmente, los sindicatos recuerdan a los partidos que todavía quedan puntos del Pacto de Toledo por desarrollar, como es la equiparación de los regímenes del sistema o el tratamiento a la jubilación anticipada, recuerda el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer.

Y el responsable de CCOO, Salvador Bangueses, dice que “no tenemos ningún problema para ampliar el periodo de cálculo. Se trata de ver los datos”, aunque considera que ahora mismo “no es una necesidad”. Eso sí, recalca, lo que se haga que sea de forma gradual, porque ahora la estabilidad laboral es peor.

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DE MOMENTO, ACUERDAN UN 5% MENOS

Populares y socialistas avanzan hacia una rebaja de las pensiones futuras del 30%

21-11-2008 LD (L. Ramírez)

Gobierno y oposición inician la reforma del sistema de pensiones. El acuerdo podría reducir el importe de las prestaciones hasta en un 30% si, finalmente, deciden calcular la prestación en función de toda la vida laboral. De momento, coinciden en rebajar la pensión media en 60 euros (un 5% menos).

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Gobierno y oposición inician la reforma del sistema de pensiones. Aunque la propuesta es ampliar a 20 años el periodo cálculo de la cotización, lo que bajaría las pensiones una media de 60 euros, las dos formaciones han defendido en los últimos años ampliar el cálculo de las pretaciones a toda la vida laboral, lo que reduciría su importe un 30%.   El pasado 14 de octubre, el presidente del Gobierno y el lider de la oposición acordaron –en una reunión celebrada para hablar de los reales decretos anti-crisis del Gobierno- revitalizar el Pacto de Toledo, con el objetivo de garantizar el futuro del sistema de pensiones.   Para dar una base estadística al proceso de negociaciones, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, publicó un informe en el que avisaba de la insostenibilidad del actual sistema de aportaciones a la Seguridad Social a largo plazo. La conclusión principal del estudio era que las pensiones de los menores de 50 años no están garantizadas.   Con estos precedentes, la comisión parlamentaria que estudia periódicamente la evolución del sistema público de pensiones se reunió el pasado jueves y la principal conclusión que se extrae de las intervenciones de los portavoces de las distintas formaciones políticas es que se aprobarán reformas de calado.   En concreto, se considera muy probable, según las fuentes consultadas, que se apruebe la ampliación del periodo de tiempo que se usa para calcular la cuantía de la pensión. En la actualidad el plazo es 15 años –los últimos de la vida laboral- y la intención de PSOE y PP es aumentarlo hasta los 20 años de forma gradual.   Este compromiso, que se denomina “la contributividad del sistema”, ya se encuentra en el documento fundacional del Pacto de Toledo, pero en los últimos años se había dejado en un segundo plano por la oposición de algunos partidos políticos y de los sindicatos.   Y es que aprobar esta medida podría tener un alto coste electoral, ya que reduciría la cuantía media de las pensiones.   Según revela un informe elaborado por Labour Asociados para la Seguridad Social, “el alargamiento del periodo de cálculo de las pensiones de jubilación tendría, sin lugar a dudas, un impacto negativo sobre aquellos que se jubilan a los 65 años”. La consultora estima en más de un 5% la reducción, alrededor de unos 60 euros, a los que habría que sumar otra reducción del 5% aprobada en la reforma de 1997. Es decir, en total, las últimas reformas del sistema (si sale adelante la actual propuesta) rebajarán hasta un 10% el importe de las pensiones de los españoles.  

Esta reducción se explica porque, en la mayoría de los casos, los salarios crecen a lo largo de la vida laboral, para descender levemente en los años previos al retiro. Si se analizan los datos de la Seguridad Social se comprueba cómo ampliar el periodo de cálculo a 20 años provocaría que la media se rebajara, al entrar en liza años en los que el salario medio es menor:  

En teoría, la ampliación supondría un beneficio para algunos cotizantes y un perjuicio para la mayoría de ellos. Saldrían beneficiados aquellos que son expulsados del mercado laboral a partir de los 50 años y, por lo tanto, sus últimos 15 años de cotización quedan deteriorados y son peores que los anteriores. Pero en una carrera laboral tradicional, los últimos años cotizados son lo mejores y, por ello, una aumento del plazo de cálculo provocaría una rebaja de la cuantía de la pensión.

Pero esta caída del 10% en el importe medio de las pensiones de jubilación puede ser incluso una buena noticia si se analizan las intenciones reales de los responsables económicos de los dos principales partidos, ya que a lo largo de los últimos años PSOE y PP han mostrado su disposición a pactar que se utilice toda la vida laboral para calcular estas pensiones.   ¿Rebaja del 30%?   Según el estudio elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), para una ampliación del periodo de cálculo hasta 45 años (que en la práctica supondría acercarse al supuesto de determinar las pensiones teniendo en cuenta toda la vida laboral), las prestaciones por retiro caerían un 30%.   Aunque ahora no lo mencionen ni en Ferraz ni en Génova, las hemerotecas demuestran las intenciones reales de los dos principales partidos. En diciembre de 2006, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, abogaba por una “revisión permanente” del sistema público de pensiones, que tenga como objetivo “un modelo de proporcionalidad puro” que “tenga en cuenta toda la vida laboral”.   En el mismo sentido se pronunciaba el equipo económico del PP en 2003, precisamente en las reuniones de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo. El argumento esgrimido es que el sistema actual es insostenible  -como lo demuestran los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo- y que la única forma de garantizar su viablidad es ampliando el periodo de cálculo a toda la vida laboral.   El PSOE "dispuesto a hablar de todo"   Por lo tanto, habrá que estar atentos a las reuniones de la comisión parlamentaria que debate estas cuestiones. La portavoz socialista en este órgano, Isabel López, asegura que su partido “está dispuesta a hablar de todo, pero cualquier cosa debe hacerse por consenso”, lo que significa que no se tomará ninguna decisión sin el apoyo de sindicatos, empresarios y de la oposición.  Tanto el Grupo Popular como CiU urgen al Gobierno a que amplíe el periodo de cálculo con el horizonte de tener en cuenta toda la vida laboral del trabajador en aras de reforzar la solvencia financiera del sistema de pensiones. En palabras de Tomás Burgos, portavoz del PP en la Comisión, “lo que no se puede es hacer un Pacto de Toledo a la carta, como hace el PSOE, que está dispuesto a aceptar unas recomendaciones y no otras para no tener que sufrir ningún desgaste político”.

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PIERDEN UN 8,5% EN 2008

Los fondos de pensiones españoles sufren la mayor caída en doce años

LD (Europa Press) 6 01 2009

Los fondos de pensiones españoles perdieron un 8,5% de media en el ejercicio 2008, lo que supone la mayor caída desde 1996, según se desprende de los datos estimados de Mercer, perteneciente al Grupo Marsh.


PP y PSOE bajarán las pensiones

La consultora destaca que esta rentabilidad negativa es la peor desde que elabora su estadística PIPS, en la que participan las principales gestoras de fondos de pensiones del mercado español que gestionan más de la mitad del patrimonio total.    Por tipos de activos financieros, los fondos de pensiones en renta variable de la zona euro registraron una rentabilidad negativa del 41,6%, más de lo que perdieron los de renta variable de fuera de la zona euro (-34,4%).    Por el contrario, los fondos de pensiones de renta fija lograron cerrar el año en positivo, con una rentabilidad del 6,5%, a pesar de haber estado en negativo durante la primera mitad del año.    Mercer se considera líder en consultoría, outsourcing e inversiones con más de 25.000 clientes a escala mundial, a los que ayuda a diseñar y gestionar seguros personales, así como a optimizar su capital humano, junto a otros beneficios.    La firma también se dedica a externalizar la gestión de beneficios. Sus servicios de inversiones incluyen consultoría de inversiones y gestión de gestores de inversiones. En la actualidad, Mercer tiene más de 18.000 empleados en 41 países.

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El timo de las pensiones

Emilio J. González LD 5 01 2009

A mediados de la pasada década, se abrió en España el tan necesario debate sobre el futuro del sistema público de pensiones. Sendos informes elaborados por José Barea, José Antonio Herce y el ex ministro chileno José Piñera, padre de la exitosa reforma de las pensiones en su país, alertaban de la crisis del modelo público español, basado en el sistema de reparto –las cotizaciones presentes a la Seguridad Social financian el pago de las pensiones actuales–, que tendría lugar en la primera mitad del siglo XXI. Piñera, además, propuso un sistema para llevar a cabo en España una reforma como la que diseñó y capitaneó en Chile. Sin embargo, aquellos avisos, como si de visiones de Casandra se trataran, fueron desoídos por los políticos de uno y otro signo que, incluso, lanzaron furibundos ataques contra todo aquel que se atreviera a cuestionar la viabilidad a largo plazo del sistema público de pensiones. Y, por supuesto, no hicieron nada para poner remedio a la situación, excepto aprobar por consenso entre el PP, el PSOE, la patronal y los sindicatos el Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones, que no era sino un calco de la ponencia de Seguridad Social del último congreso que celebraron los socialistas con Felipe González todavía en el poder. Llamo la atención sobre este punto porque, como cabría esperar con semejantes antecedentes, el Pacto de Toledo no fue más que el intento de mantener el sistema de pensiones bajo control público, con todo lo malo que ello implica. Pues bien, casi doce años después de que se aprobara el Pacto de Toledo, los españoles van a conocer lo que verdaderamente significa el mismo, algo de lo cual ya advertimos algunos en su momento: un recorte del 30% de las pensiones futuras, lo que constituye un timo, una estafa, para quienes se tengan que jubilar en los próximos años.

Los políticos y los agentes sociales que firmaron el dichoso Pacto, que les sirvió como excusa para no llevar a cabo la reforma del sistema de pensiones, se hartaron de decir que las pensiones futuras estaban garantizadas. Ahora vemos a qué precio. Pero lo peor de todo es que, con esos mensajes, con los ataques tan despiadados y furibundos que dirigieron contra todo aquel que hablase de dicha reforma y con la antipatía que ha venido mostrando el Gobierno de Zapatero –obsesionado por recaudar a toda costa– a todo lo que fueran planes y fondos privados de pensiones, ya se tratara de individuales o de empresa, aquí muy pocos fueron los que tuvieron la precaución de empezar a ahorrar para el futuro, contando con que, llegado el momento de la jubilación, iban a contar con una buena pensión. Pues no va a ser así, puesto que el Estado se la va a recortar de forma drástica en cuanto el Ejecutivo apruebe la ampliación a toda la vida laboral del periodo de cómputo para calcular la pensión.

Esto no habría sucedido si en aquel momento se hubiera procedido a una reforma del sistema de pensiones como la que se llevó a cabo en Chile, pasando del sistema de reparto al de capitalización –las cotizaciones de cada trabajador se acumulan y se invierten para pagar su pensión futura–, lo que habría garantizado a todos aquellos que ahora tienen menos de 55 años una pensión tan buena como digna. Sin embargo, los socialistas siempre han querido tener el control del sistema de pensiones para hacer política con él y a través de él, lo mismo que los sindicatos, mientras que al Partido Popular le faltó valor para defender una alternativa distinta al estatismo y la politización de las pensiones. Los jubilados de mañana van a pagar esos errores muy caros, salvo en el caso de unos diputados y senadores que reciben su pensión del Parlamento, en lugar de obtenerla de la Seguridad Social.

Por supuesto, habrá quien señale en estos momentos que los planes de pensiones perdieron dinero el año pasado y que qué pasaría con quien se tuviera que jubilar durante este ejercicio con una pensión procedente de un fondo o un plan privado. Sin embargo, ese problema no es tal. Lo lógico es que quien tenga un plan o un fondo privado de pensiones y esté próximo a retirarse, tenga colocado ese dinero en un plan invertido casi al cien por cien en renta fija. Y los planes de este tipo se revalorizaron el 6% en 2008. Los de renta variable, en cambio, perdieron, por término medio, un 40%, pero se recuperarán en cuanto lo haga la Bolsa y, con el paso del tiempo, obtendrán rentabilidades más altas que las que proporciona la renta fija. Esos son los planes para aquellos que aún les falten, como mínimo, diez años para jubilarse, con lo que tampoco perderán dinero. Aquí, sólo lo perderá quien sea prisionero del sistema público de pensiones y no cuente con un plan privado que complemente su jubilación. Ése sí que lo va a pasar mal, a causa del timo de la Seguridad Social que han ejecutado unos políticos cobardes que sólo pensaban en tener en sus manos más y más mecanismos para controlar la sociedad cuando, además, debido a lo larga que puede ser la actual crisis económica, apenas van a tener margen de tiempo para aportar un mínimo de recursos a un plan privado. ¿Qué tal si en lugar de tanto Pacto de Toledo no se aborda de una vez por todas la necesaria reforma? Porque, como se ve, el famoso fondo de reserva de la Seguridad Social no sirve para nada.